Lo primero de todo, me hace mucha gracia que te haga mucha gracia que España esté en manos de las componendas independentistas. ¡Qué risa tía Felisa! ¿Cómo se nota que se rompe España? Hombre, pues desde luego no aparece una falla en medio de la tierra separando Cataluña o el País vasco del resto de la nación, pero la fractura existe. Se puede comprobar con el sismógrafo del sentido común: ¿es normal que –como escribe hoy Ansón en EL CULTURAL– los independentistas hagan con el español lo mismo que Franco hacía con el catalán. ¡Esto sí es una quiebra! ¿Es normal que hayamos pasado a un Gobierno omnipresente y vampiro de los presupuestos, a un montón de gobiernillos autonómicos que maman de la misma ubre obrera? ¡Mi lomo tiene un límite! Y si Carod, Ibarreche y el resto de presidentes autonómicos quieren coche oficial como el Presidente de España, escoltar, subsecretarios, secretarios y chupatintas cientos, que se los paguen. ¡Estoy hasta las pelotas de mirar el tanto por ciento altísimo que me deducen cada mes de la nómina! Que es la plasmación de mi sudor en euros. ¿Qué gracia, verdad? ¡Que se rompe España, que se rompe España! Y no aparecen las grietas. Pues macho, están en mis bolsillos y en los tuyos. Están en la arbitrariedad de un sistema montado para escenificar y potenciar una diferencia de regiones, personas, hablas y credos para después, ladinamente, montar un sistema de las autonomías que es de las autonosuyas (que escribió alguien) ¡Basta ya! Por favor. Y que encima haya gente –como tú– que le haga el juego a gentes como ZP que le hace el juego a gentes como Carod Rovira, Ibarreche y Otegui que no pocas veces hicieron el juego a la ETA (y la misma nausea me produce si lo hace el PP, ojo)
En cuanto a tu comentario que, la verdad, poco tiene que ver con el motivo de la conversación. Escrito lo que he escrito de la gestión de la Alianza de las Civilizaciones por parte de ZP, un plan para la paz mundial que no deja de cobrarse víctima, qué decirte: igual Rajoy se ha quedado corto. Porque, insisto ¿tiene o no tiene responsabilidad un gobierno sobre las decisiones –acertadas o equivocadas– que cometen en el ejercicio de su mandato y que, por lo demás, no pocas veces tienen repercusión en la vida o la muerte de los demás? Pues eso, si es que sí, que se asuman; y si es que no, nada, que no manden ahora inhibidores, que no cambien un ápice las normas de patrullaje, de enfrentamiento, que no hablen con los espías nuestros y libaneses... En total, si ZP lo hace todo bien los soldados han muerte, quizá, por culpa de Aznar y Bush, esos malditos.
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