Ángel-Luis
Pujante (Universidad de Murcia).
“Dos ingleses en Madrid: lo imposible y lo verosímil en Una partida
de ajedrez y en El capitán Alatriste”
Tal y como presagiaba el título esta
conferencia se centró en el episodio de los dos ingleses que aparece en la
primera de las novelas de la saga y en ella se explicaron detalles acerca de la
llegada y propósito del viaje, ya que el viaje del futuro Carlos I y el futuro
Duque de Buckingham fue un hecho que realmente
sucedió, habiendo reflejos de ello en algunos textos, como este soneto de Lope
de Vega:
Carlos Estuardo soy,
que, siendo Amor mi guía,
al cielo de España voy
por ver mi estrella María.
Este soneto tuvo respuesta en otro
soneto anónimo.
El hecho fue visto en ambos países
como una hazaña propia de un caballero andante, pues el hecho real no cedía
demasiado de lo novelesco, pues ambos viajeros fueron perseguidos al inicio del
viaje, reconocidos en Francia y entablaron una discusión con unos soldados
españoles acerca de la belleza de la mujeres de España.
Hay otros autores que también han
recogido este episodio, como, por ejemplo, Néstor Luján en su novela Por ver mi estrella María de 1988.
El proyecto de matrimonio entre el
príncipe Carlos y la infanta María es fruto de la política pacifista emprendida
por Jacobo I y estuvo plagado de intrigas. Las negociaciones duraron años,
sufriendo distintos avatares y suspensiones. En 1613 se produce una reanudación
a cargo del Conde de Gondomar.
En 1623 se produce el viaje del
príncipe Carlos y el futuro Duque de Buckingham a
España, viaje acogido de manera entusiasta por el pueblo.
Por parte española se establecía una
condición para el matrimonio, que era la conversión del príncipe al
catolicismo. Aparte se impusieron otras condiciones que evidenciaban que el
pacto iba a estar condenado al fracaso.
El hecho del viaje y la problemática
de las negociaciones se recogieron con la intención de ser satirizados en una
obra de teatro de Thomas Middleton titulada Un juego de ajedrez, obra que muy
probablemente fuese realizada por encargo y constituye un ejemplo de una pieza
de teatro político. En ella se narra una partida de ajedrez jugada entre la
casa blanca – que representaría a Inglaterra – y la casa negra – que
representaría a España-. Es una obra de escasa calidad, con personajes planos e
insulsos, salvo el del caballero negro, que representaría al conde de Gondomar. Es una obra de 1623 y no fue entendida su
intención, ya que en esa época el ajedrez era un juego poco conocido en
Inglaterra.
En la novela de Alatriste
este hecho es recogido en tono de crítica y el episodio en el que interviene el
capitán supondría una inserción de un incidente apócrifo en los hechos reales.
Es un episodio que ilustra el carácter de Alatriste,
pues en él se demuestre que, pese a su profesión, Alatriste
tiene sus códigos.