Juan Carlos
Paredes
“El compromiso ineludible del capitán Alatriste. Reivindicación filológica y literaria de la
Saga”.
Alatriste, un
personaje con una catadura moral peculiar, pero humana y ello conlleva algunas
responsabilidades, tal y como el propio Pérez-Reverte recogía en un artículo
publicado en El País el 26 de septiembre de 2004
“Lo cierto, por otra parte, es que
a veces, cuando hay muchas ventas de libros -o sea, éxito-, se da una
influencia mayor; y eso impone algunas obligaciones éticas, como en el caso de Sue. En esas circunstancias, y aunque tampoco esté obligado
a ello, el escritor debe cuidar más lo que dice, e incluso lo que escribe.
Quiera o no quiera, es un referente. En mi caso, eso ocurre con las novelas del
capitán Alatriste. Lo que empezó como una especie de
guiño histórico casi privado -mi editor y yo estábamos seguros de que no íbamos
a colocar ni diez mil ejemplares-, está ahora en los colegios: hay chicos entre
doce y dieciséis años que se aproximan a la literatura y a la historia de
España en el siglo XVII a través de esos libros. Que los leen, en algunos
casos, como tarea escolar obligatoria. Esto me ha echado encima una
responsabilidad que nunca busqué, y a la que procuro hacer frente de modo
honorable cuando me enfrento a tan jóvenes lectores. Pero en el caso de las
novelas de Alatriste, mi responsabilidad moral está
limitada a esa obra en particular. A un soldado y espadachín que es un
mercenario y un asesino a sueldo; pero cuyos peculiares códigos
-paradójicamente, y para mi sorpresa-, se han convertido en referencia de
interés para algunos lectores. Se trata, pues, de un compromiso limitado y
específico. Si mañana decidiera escribir otra serie de novelas manejando
personajes con valores diferentes, u opuestos, nadie tendría nada que
reprocharme en absoluto.”
Este
ponente rechazó la lectura obligatoria de los libros de Alatriste,
ya que ello conlleva una imposición, lo que quita placer a la lectura. Los
libros no deben leerse con motivo de un examen o la realización de un trabajo.
Puso como ejemplo lo que ocurre en los foros de Internet, donde no es
infrecuente encontrar alumnos que solicitan que alguien les haga un resumen del
libro porque tienen que hacer un trabajo sobre el mismo. Fue más partidario de
una lectura en clase, la cual podía llegar a representarse si fuese preciso.
Donde sí se mostró partidario de la lectura y el estudio de los libros de Alatriste fue en la universidad, aunque la realidad muestra
que en la mayoría de los planes de estudio de los departamentos de Filología o
de Teoría de la Literatura los libros de Alatriste no
aparecen.