César Oliva (Universidad de Murcia):
“Alatriste en el corral de comedias”
Los
escenarios en que se desarrollan las novelas de Alatriste
son variopintos y verosímiles y algunos de ellos están constituidos por los
corrales de comedia, ya que las obras teatrales gozaban en la época de una
importante repercusión, pese al analfabetismo del pueblo, lo que, sin duda,
constituye una paradoja.
En
el Madrid de la época existían dos corrales: el del Príncipe y el de la Cruz.
Ambos aparecen en las novelas. El primero en Las aventuras del capitán Alatriste, el segundo en El caballero del jubón amarillo.
Un
dato anecdótico es que Alatriste no asiste a ningún
estreno, ya que en Las aventuras del capitán Alatriste
a lo que asiste es a una reposición de El arenal de Sevilla de Lope de Vega y,
si bien en El caballero del jubón amarillo sí que aparece un estreno de Tirso
de Molina, Alatriste no asiste al mismo porque está
batiéndose a esas horas con Lopito.
Se
habló de que el entremés Daca el coche, que aparece en la última novela
mencionada sería un invento de Pérez-Reverte, ya que dentro de la obras de
Quiñones de Benavente no hay ninguna con ese título. En cambio, la jácara de
título Doña Isabel la ladrona que
aparece en la misma novela sí que es real.
Entrando
en el tema de los corrales de comedias., el corral de la Cruz se inauguró en
1579, mientras que el del Príncipe lo hizo en 1582. Los corrales eran sitios
propicios para las relaciones sociales, y ,en general,
para pasiones de todo tipo. Había diferencia de precios según las clases
sociales y hombres y mujeres permanecían separados.
Se
trató también el tema de las relaciones entre actrices y actores, pues no era
raro que en la época se diesen matrimonios concertados entre ambos. Como
ejemplos se dieron las relaciones entre Josefa Vaca y Juan Morales y otro tipo
de relaciones como las mantenidas entre María Calderón y Felipe IV, las cuales
son una posible inspiración para el personaje de María de Castro.