“Arturo Pérez-Reverte, el arte de novelar” |
Jueves,
31 de Enero de
2013
ÉLMER MENDOZA
"En algún momento de su vida toda mujer es víctima temporal de su útero o de su corazón", afirma Mecha Inzunza, la sorprendente personaje de la novela El tango de la guardia vieja de Arturo Pérez-Reverte, publicada por Alfaguara en septiembre de 2012. Esta mujer, bella y perfecta, en interacción con el bailarín de tango Max Costa, develará, en tres momentos claves de su vida, el perfil de la generación nacida a principios de siglo XX, entre ellos la manera de relacionarse sexualmente y el gran esfuerzo por ejercer los deseos igual que los varones.
Desde hace
varias novelas, Arturo Pérez-Reverte trabaja en la creación de personajes
femeninos a partir de que no son nada fáciles de crear. Algunos de sus intentos
son memorables, pero Mecha Inzunza los supera, en una
transformación a lo largo de 40 años en que lo único que no se altera son las
miradas. Ella tiene ojos dorados. El amor puede conseguir muchas cosas, pero
más la belleza que en cada momento se juega el reino. Además, Mecha es
compleja, independiente y muy clara sobre el perfil de los hombres con los que
le toca compartir; desde luego, Max le rompe el esquema pero ella hace lo mismo
con él. Como fondo están los viajes en trasatlántico, un campeonato de ajedrez,
Arturo
Pérez-Reverte, nacido en Cartagena, España en 1951, es un conocedor del alma
humana, además, ni duda cabe, un perfecto armador de historias. En esta novela,
se vale de varios recursos para crear una trama seductora; quiero decir que
sistemáticamente hace revelaciones que fortalecen la historia, con elementos
sorprendentes que consiguen unir al lector con los personajes. El autor no
olvida que somos curiosos, menciona las "cinco maneras de disponer un
pañuelo en el bolsillo superior de una chaqueta", y algo arrobador, "en
el mundo de hoy la única libertad posible es la indiferencia", una verdad
que aunque nació en el siglo XX parece haberse afirmado en el XXI.
Pérez-Reverte es
un escritor paciente y meticuloso, no deja nada al azar. La historia gira
alrededor de Max Costa pero el dínamo que la mueve es
Mecha Inzunza. Basta encontrarse en tres ocasiones a
los largo de su vida, para que sus destinos se resistan a destrabarse. Max, que
también es un estafador especializado en mujeres maduras, va a topar con pared
y todos sus encantos se doblarán ante la hermosura, inteligencia y agresividad
de Mecha, que era "como un reloj dentro de un congelador". Desde
luego, es una novela llena de mujeres bien vestidas y olorosas y de la gran
fiesta que son capaces de generar. Max, además, es
irresistible, experto en abrir cajas fuertes y en
desaparecer en el momento preciso.
Hay una parte
que ocurre en Buenos Aires que es reveladora. Los sitios que un compositor que
pretende hacer un tango debe visitar para tener una idea de cómo crear algo
superior al Bolero de Ravel. También, se pueden leer razones irrefutables que
justifican ciertas conductas vivenciales: "Los hombres acariciados por
muchas mujeres cruzarán el valle de las sombras con menos sufrimiento y menos
miedo" o esta que es una aclaración de gran peso, "La única tentación
seria es la mujer… Todo lo demás es negociable" o esta otra que es una
puñalada en una época donde la gente piensa que lo sabe todo, "Es la duda
la que mantiene joven a la gente". La vida es un tablero y cada frase es
un indicador. El tango de la guardia vieja, aparte de la serie del Capitán Alatriste, es la novela número 15 de Arturo Pérez-Reverte.
Es una historia de tentaciones, ese ligamento que no permite que los seres
humanos se separen más de la cuenta, aunque muy pocos se sobrepongan a las
confusiones. También, es una historia donde nos queda claro que los años no
pasan en balde pero que esta vida sería muy miserable si no hubiera hombres y
mujeres que no les importa ese detalle y no estuvieran dispuestos a intentarlo
todo. Como bien nos enseña esta novela, es imposible definir la alegría sin
citar una sonrisa cálida.