Estoy harto de que la historia la cuenten los anglosajones
Definitivamente, la carpa Miguel de Cervantes en Sevilla se quedó ayer pequeña ante el poder de convocatoria de Arturo Pérez Reverte. El pabellón se reveló insuficiente ante la avalancha de forofos de otro caballero de armas, capitán de rango y soldado en Flandes, Alatriste. Buena parte del perímetro de la Plaza Nueva ocuparon los seguidores de Pérez Reverte y sus inseparables Juan Eslava Galán y Rafael de Cózar, que ayer se reunieron en torno a un mesa y una botella de manzanilla Tío Pepe, para trinchar los puntos en común entre literatura y cine.
–Rafael de Cózar: Odio eso de que vi la película y no se parece a la novela. No deben parecerse. Cuando la cinta es fiel a la novela es porque es una mala película.
–Pérez Reverte: El novelista debe quedarse lo más lejos posible de la cinta, porque puede ser perjudicial. Todavía no he ido ni una sola vez al rodaje (dice en referencia al proyecto que guía Díaz-Yanes y que estos días se ha filmado en Sevilla y Santiponce).
–R. C.: Además se va a llevar también al cine tu obra La mula. ¿Os preocupa que no se refleje el trasfondo creado por vosotros en la gran pantalla?
–Eslava Galán: Nadie pide que toda la novela esté contenida en la película, sólo que conserve la esencia. Yo estoy colaborando en el guión. Ha habido muchos directores que han dejado el proyecto porque no se atreven con la política.
–R. C.: ¡Pero es que tus novelas no le van a gustar a nadie! (bromea en referencia a la última obra de Galán sobre la Guerra Civil).
–P.R.: La pena es que todas los libros que se han llevado al cine sobre la Guerra Civil son pelis maniqueas, de buenos o malos.
–E. G.: Cuando hacemos novelas, si no queremos ser angloaburridos, tenemos que tener en cuenta la afición cinematográfica del público. El lector moderno, que nos soporta y nos financia, tiene un lenguaje distinto.
–R. C.: Y tú, Javier, cuéntanos de Alatriste.
–P. R.: Yo tenía mucho miedo con el personaje, el capitán está en la mente de muchos lectores y había que tener cuidado. Cuando me propusieron a Viggo Mortensen no me quedó muy claro. Pero cuando le vi los ojos de hijo de puta que ponía en la película Teniente O´Neill dije: éste es Alatriste. Para la preparación del papel, Agustín Díaz-Yanes, hijo de torero, se lo llevó a una corrida y le dijo: "tu papel es como el de los matadores, de respeto, de juego con la muerte, serio, cabal, masculino". Yo estoy encantado con la elección.
–E. G.: A mí de todas las novelas tuyas llevadas al cine la que más me ha gustado es la de El maestro de Esgrima.
–R. C.: ¿Y qué hay de La Reina del Sur?
–P. R.: Está ya firmada con los americanos, querían rodarla fuera de España, puede que en Estados Unidos, pero yo les dije que de eso nada. Además, de La piel del tambor se va a hacer una TV-movie. Ya cuentan hasta con el padre Quart, José Coronado. A quien no tenemos es al personaje de Macarena Bruner, queríamos alguien desconocido pero me temo que acabará en manos de una Salma Hayek u otra actriz de este tipo.
–R. C.: ¿Y el trío de la calle Castilla?
–P. R.: Todavía no lo sé, pero sí que está claro que Sevilla será el escenario del primer capítulo. En España no se puede hacer una película cara. Que esté Viggo en Alatriste garantiza su salida al mercado exterior. Si la hacemos con Puigcorbé no la ven ni en España. Desgraciadamente, es necesario meter a artistas extranjeros de renombre para poder sacar adelante una superproducción de este tipo.
–R. C.: Lo que sí me ha gustado es que todos los guionistas y el equipo son españoles, que el producto bruto sale de aquí.
–P. R.: El proyecto empezó porque Antonio Banderas dijo que quería hacer Alatriste. Al mes de no tener noticias de él dijimos: que le den a Banderas. Los americanos, que estaban muy entusiasmados con la idea, le encargaron un guión a dos tipos, uno de ellos era de ascendencia judía y el otro musulmán. El resultado fue un libreto en el que los españoles eramos todos unos inquisidores, bestias y un poco guarros, donde sólo se salvaba de este triste panorama un pobre judío bueno y en el que Alatriste y la Reina jugaban en el mismo barrio. ¡Imposible! Estoy harto de que nuestra historia la cuenten los anglosajones. Es más, ya hemos firmado con la Fox y hemos acordado que se exhibirá en español con subtítulos en inglés.
–E. G.: ¿Y del centenario del Quijote?
–P. R.: Creo que es un libro que no debería leerse antes de cumplir 40 años. Es un error, una atrocidad, que esté en los colegios. Es necesario un currículum de desengaños, amarguras, sinsabores, amores y pasiones para adentrarse en él.
–R. C.: Sólo sabiendo la biografía de Cervantes se aprecia su obra. Su logro está en que por primera vez convierte al pueblo en protagonista, y de su gente Cervantes, recaudador de impuestos y ex convicto, sabe un rato.
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