Foro sobre Arturo Pérez-Reverte
Un lugar de encuentro donde "discutir" sobre la obra del escritor Arturo Pérez Reverte

Salva escribió el día 26/10/2022 a las 09:28
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Esta semana ... Arturo por México con "Revolución".
Arturo Pérez-Reverte presenta Revolución, una novela ambientada en la lucha nacional

El novelista español regresa, después de casi nueve años, a la Ciudad de México para presentar su reciente novela



Kevin Aragón | El Sol de México

Para el escritor español Arturo Pérez-Reverte, México es un país por el que siente una gran predilección, y que conocía desde una visión mucho más contemporánea, la cual quedó reflejada en su famosa novela La reina del sur. En varias ocasiones ha visitado estas tierras y en todas ellas ha quedado impactado por su historia y modo de vida. Por ello es que Revolución es una novela que ha sido cuidada hasta en su más ínfimo detalle.

“Yo tengo una deuda con México, en él he aprendido muchísimas cosas sobre el ser humano. Fue aquí donde comprendí que el gris es el color de la vida. Siento que cuando estoy en este país la comprendo mejor, es una escuela estupenda. Este libro es un balance, un rendir cuentas y decir ‘esto es lo que he aprendido de ustedes’, tanto de lo bueno, como de lo malo”.

Convencido de que la escritura y la lectura cambian nuestra percepción de las cosas, el novelista español regresa, después de casi nueve años, a la Ciudad de México para presentar su reciente novela, Revolución.

Haciendo uso de su característica habilidad narrativa para situar a sus lectores en cualquier época histórica, en ella, Pérez-Reverte retrata, más que los hechos dramáticos y sangrientos de nuestra Revolución Mexicana, las reglas ocultas del comportamiento humano.

Esto lo logra a través de la vivencia del personaje de Martín Garret Ortiz, un joven ingeniero especialista en explotación minera que, por su profesión, se descubre entre las líneas villistas, quienes pretenden robar un banco en Ciudad Juárez, el 8 de mayo de 1911.



“Lo que a mí me interesa de la Revolución Mexicana no es la revolución en sí, que lamentablemente no cambió gran cosa, me interesan los hombres y las mujeres que lucharon, que fueron crueles y desleales, valientes y cobardes al mismo tiempo”, explicó el escritor, quien contó que el origen de esta obra viene del conocimiento de un amigo de su bisabuelo que, siendo ingeniero minero, fue testigo de aquel movimiento armado.

ESCÉPTICA MELANCOLÍA

Como periodista, Pérez Reverte ha tenido la oportunidad de conocer de primera mano 18 guerras, de las cuales siete se hicieron llamar “revoluciones”. Dicha experiencia, explicó en encuentro con los medios, le hizo comprender que la guerra es una “escuela de lucidez muy importante”, en la que “se aprenden cosas que en la vida normal uno tardaría años en descubrir”.

Esa fue la visión que el autor le prestó al protagonista de esta nueva publicación, quien mira como maestros a los partícipes de la Revolución, sin importarle cuál bando ganaría, queriendo mantenerse a la expectativa, aunque irremediablemente se involucra tanto que termina por formar parte de ellos.

“No tengo un buen concepto de las revoluciones, de su final, desgraciadamente todas terminan en algo muy normal: cuando los de abajo llegan arriba se olvidan de los de abajo. Esa escéptica melancolía, esa desilusión, esa falta de esperanza en el final de la revolución está en esta en esta novela.

“Pero las revoluciones sí hay que hacerlas, es necesario, porque tenemos que obligar a que quienes están arriba no duerman tranquilos, aun sabiendo que cuando el de abajo llega arriba, generalmente, se convierte en algo terrible”, comentó Reverte.

EL PROCESO DE ESCRITURA

“Yo quería que esta novela no fuera una novela escrita por un gachupín que viene de turista y hace una novela sobre México, quería que fuera como si lo hubiese escrito un mexicano”, dijo el novelista sobre la creación de este libro y la recreación de grandes personajes históricos como Francisco Villa, en que él percibe un reflejo más certero de lo que fue la revolución por su valor, coraje, imaginación, suerte y competencia militar.

Para lograr este objetivo Pérez- Reverte tuvo que hacer una profunda investigación histórica en archivos documentales y fotográficos; así como leer en su totalidad el compendio de libros, tanto de ficción, como biográficos, que desde México se han escrito sobre la revolución. Entre ellos se encuentran la biografía de Villa escrita por Paco Ignacio Taibo II; los relatos en Cartucho, de Nellie Campobello; la novela La sombra del caudillo, de Martín Luís Guzmán; y Gringo Viejo, de Carlos Fuentes.

“Creo que narrativamente la literatura mexicana es muy variada y muy diferente en su producción de relatos de la época, cubre todos los extremos, todos los puntos de vista. Hay libros pro y en contra de Villa y Zapata, e incluso algunos hablan de Porfirio Díaz como personaje necesario. Esa inmersión me dio una mirada bastante amplia”.

https://www.elsoldetampico.com.mx/cultura/literatura/el-novelista-espanol-regresa-despues-de-casi-nueve-anos-a-la-ciudad-de-mexico-para-presentar-su-reciente-novela-9093356.html



El viaje de Pérez-Reverte a la Revolución mexicana, ida y vuelta

El escritor regresa a México después de 10 años para presentar su nueva novela, una historia de aventuras en la que reconstruye un país que ya no existe.


Arturo Pérez Reverte con su libro Revolución en la Casa de los Azulejos, en el Centro Histórico de Ciudad de México. NAYELI CRUZ

CONSTANZA LAMBERTUCCI
México - 26 OCT 2022

Arturo Pérez-Reverte ha llegado a Ciudad de México con otra urbe en la cabeza. Desde que empezó a escribir su novela más reciente, Revolución (Alfaguara, 2022), el escritor español ha estado estudiando mapas antiguos de la capital mexicana, revisando líneas de tranvía, mirando fotografías de época para reconstruir un país, el de principios del siglo XX, que ya no existe. Y hace unos momentos, mientras venía en el coche a presentar el libro ante la prensa, tuvo una sensación extraña: “Estaba como borrando lo que veía, eliminando elementos modernos y colocando ahí mentalmente lo que he tenido durante dos años en la cabeza”. El lugar del encuentro no es baladí: aquí, en la Casa de los Azulejos, en el Centro Histórico, transcurre parte de la historia.

Hacía casi un década que Pérez-Reverte (Cartagena, España, 71 años) no venía a Ciudad de México. “Tenía que dar la cara, me la partan o me la aplaudan”, dice ante una veintena de medios porque su novela trata de uno de los episodios más relevantes de la historia mexicana. El protagonista de su historia, un ingeniero de minas andaluz, entra casi por accidente a las tropas de Pancho Villa, que está haciendo la revolución en el norte del territorio. Martín Garret –el apellido inglés le viene de un bisabuelo– ayudará a los insurgentes a volar puentes y bancos, y vivirá con ellos episodios marcados por la pólvora, el sotol y la testosterona.

“Él no quiere hacer mejor el mundo, él no cree en la revolución”, dice Pérez-Reverte, y sigue: “No está enamorado de la revolución, sino de los hombre y mujeres que la hacen. Él quiere aprender y México se convierte en un lugar que le cambia la vida”. El autor, que fue corresponsal de guerra durante dos décadas y ha cubierto una veintena de conflictos armados, reconoce sus propias ideas en el protagonista: “No creo en las revoluciones, pero al mismo tiempo creo que hay que hacerlas aunque solo sea por sacudir el mundo, porque corra algo de sangre de vez en cuando, porque el que está arriba duerma con un ojo abierto”. “Pero sabiendo”, agrega, “que cuando el de abajo llega arriba se convierte en el de arriba”.

Son las once de la mañana y en el interior de la Casa de los Azulejos un pianista toca en vivo. Pérez-Reverte repite una tras otra, como si las tuviese listas para los periodistas, frases redondas y efectivas. Este edificio, donde ahora habla el autor, albergó en la época en que ocurre la historia el Jockey Club, un punto de encuentro de la élite porfirista. En la novela, aquí se realiza un homenaje a Francisco I. Madero, que después de liderar la Revolución en el norte ya es presidente. En esos salones “todo era buen tono”, escribe Pérez-Reverte: “Crujían los vestidos almidonados de las señoras, aleteaban los abanicos, y el alto espacio hasta el techo (...) se espesaba con humo de cigarros y rumor de conversaciones”.


Zapatistas desayunan en el Sanborns del Centro Histórico de Ciudad de México, en diciembre de 1914. ARCHIVO CASASOLA (INAH)

El edificio que se alza hoy a un costado del Palacio de Bellas Artes fue remodelado en 1905. Una placa sobre la calle Condesa da algunos datos más: “La construcción moderna de esta casa mide 18,25 metros a partir de esta esquina hacia el sur y 23,20 metros hacia el oriente”. Las cerámicas del exterior, las que le dan el nombre al inmueble, dibujan una sucesión de cuadrados azules; de cerca, cada cuadrado es, en realidad, un centro del que nacen cuatro flores. En el interior, la luz entra desde el techo como en un invernadero. No cuesta imaginar que aquí, a principios del siglo XX, se reunía la élite política y económica del país.

“Cuando empecé la novela”, dice Pérez-Reverte, “creía que este era el Sanborns de la época”. El autor se refiere a una cafetería fundada en aquellos años por los hermanos Frank y Walter Sanborns. Fotografías de la época muestra a revolucionarios, villistas y zapatistas armados, desayunando allí. “Cuando empecé a investigar vi que no era cierto”, continúa. La cafetería se encontraba, en realidad, un poco más adelante. “Después se vinieron aquí”, explica el autor. Todavía funciona en el inmueble un restaurante, aunque la empresa familiar fundada por los hermanos Sanborns ha pasado a ser propiedad del Grupo Carso, del magnate Carlos Slim.

“Con esta novela puedo ir al Tenampa con la frente muy alta”

Pérez-Reverte reconoce que tenía “un problema fundamental” al empezar a escribir. “El México del siglo XX no lo tenía controlado y no podía cometer errores porque me iban a crucificar”, dice. Leyó, sobre todo, novelas contemporáneas de la Revolución mexicana –”todas, todas, todas”– para dominar la forma en que hablan sus personajes y publicaciones posteriores, como Gringo viejo, de Carlos Fuentes, o la biografía que escribió de Pancho Villa Paco Ignacio Taibo II. “Mi Villa es el correcto”, dice sobre su personaje: “Es un bandolero medio analfabeto, cruel, mujeriego, elemental, vital, a quien las circunstancias lo convierten en líder. Y tiene un instito tácnico extraordinario. Es al mismo tiempo fascinante y repulsivo. Es un hombre al que yo posiblemente hubiera hecho fusilar, pero me hubiera tomado un tequila antes. O él me habría hecho a fusilar a mí”.

“Disculpen que hable con cierta insolencia, pero aquí no estoy en el extranjero. Estoy en mi casa, vamos”, advierte a los periodistas. Si La reina del sur, un éxito de ventas que publicó en 2002 sobre una mujer que se abre camino en el mundo del narcotráfico, fue para él “el descubrimiento” de México, este libro es “una especie de conclusión”: “Es un rendir cuentas, es decirle a los mexicanos: ‘Esto he aprendido de ustedes en lo bueno y en lo malo’. Uno se horroriza, cuando lee este libro, de lo cruel que puede ser el mexicano y se admira de lo asombrosamente brillante, divertido, generoso, valiente que puede ser”.

Pérez-Reverte sabe narrar, es evidente, sonríe educado, evita responder sobre política española, marca el tiempo para las preguntas, que ya se va acabando, y recuerda que la noche anterior fue al Salón Tenampa, una histórica cantina fundada después de la Revolución que frecuentaron José Alfredo Jiménez o Chavela Vargas. “Ayer volví, encontré a mi amigo César, mariachi”, empieza y por un momento parece que se va a quebrar, pero sigue: “Me siento en paz con México, que me ha dado muchas cosas y yo intento darle otras. Con esta novela puedo ir al Tenampa con la frente muy alta”. “Ustedes juzgarán”, continúa, “si he entendido México o si sigo siendo un pinche gachupín que se pasea por aquí sin enterarse”.

https://elpais.com/mexico/2022-10-25/el-viaje-de-perez-reverte-a-la-revolucion-mexicana-ida-y-vuelta.html?utm_medium=Social&utm_source=Twitter&ssm=TW_CM_AME#Echobox=1666743542-4









"Si en México me matan, sé por qué lo hacen: conozco las reglas", dice Arturo Pérez Reverte.

“En mis 21 años de reportero estuve en 18 guerras, siete de las cuales fueron revoluciones. Entré con los sandinistas a la capital de su país, mientras todavía tiraban los somocistas, ¿todo para qué? Para que Daniel Ortega tenga una finca a la que llama Nicaragua”, afirmó.
Ciudad de México, 25 de octubre (MaremotoM).

- El escritor español Arturo Pérez Reverte (1951) dio una conferencia de prensa hoy en el Palacio de los Azulejos, un espacio que entra en su reciente novela Revolución (Alfaguara), en el que inspirado por Paco Taibo II, “quien hizo una biografía extraordinariamente buena”, hace un retrato de Pancho Villa y narra las aventuras de un ingeniero de minas español que se ve involucrado en la guerra de México.

Hacía nueve años que no venía a la ciudad y finalmente aquí está “para dar la cara, para asumir que los libros cambian la percepción de las cosas y el DF ahora me resulta irreconocible”, afirmó hoy, acompañado por las agentes de prensa y su editora, Mayra González Olvera.

Fue muy dificultoso llegar al Sanborns de los Azulejos, por un lío de marchas y contramarchas en la capital mexicana, no obstante lo cual Pérez Reverte explicó que su novela tiene a un protagonista que “mirando, aprende. No quiere cambiar el mundo, quiere aprender y la Revolución mexicana es una fuente de aprendizaje para él”, al tiempo que se mostró escéptico frente a las revoluciones.

“En mis 21 años de reportero estuve en 18 guerras, siete de las cuales fueron revoluciones. Entré con los sandinistas a la capital de su país, mientras todavía tiraban los somocistas, ¿todo para qué? Para que Daniel Ortega tenga una finca a la que llama Nicaragua”, afirmó.



“De la Revolución Mexicana, que no ha hecho gran cosa por el país, me interesa, como le interesa a mi protagonista, las personas. Villa, Zapata, eran personalidades singulares”, agregó.

Hay personajes femeninos en Revolución: una periodista americana, una niña de la alta sociedad mexicana y una soldadera, de la que dijo Arturo que su película favorita es La soldadera, con Silvia Pinal.

“Me extraña que no haya un monumento a la soldadera en este país. No ha sido lo suficientemente reconocida”, afirmó.

Para él, “Villa es un bandolero, medio analfabeto, cruel, mujeriego, que tiene un instinto práctico bestial. Eso es lo que lo hace repulsivo y a la vez fascinante. Es impulsivo y encarna al mexicano, lo peor y lo mejor. La crueldad tamizada con la lealtad, la violencia tamizada con la ternura”, expresó.



No quiso contestar sobre la reciente ley que condena a quien haga loas sobre el franquismo en España, “pues si le contesto, mañana saldrá un titular en todos los periódicos y no se hablará de mi libro”, dijo.

Teniendo una deuda con México, que finalmente pagó con Revolución, dice Pérez Reverte que “la violencia es lenta aquí y este libro es para decirles: Mexicanos, esto es lo que aprendí de ustedes, muchas gracias”.

No escribe con pasión, no es un hombre decidido a cambiar la literatura, él sólo cuenta historias y su “inmersión en el habla mexicana me dio una seguridad, una solidez narrativa”, afirmó.

“He aprendido de ustedes a conocer las reglas mexicanas, a saber que si me matan, sé porque lo hacen. Escribí esta novela desde dentro”, concluyó.



https://monicamaristain.com/si-en-mexico-me-matan-se-por-que-lo-hacen-conozco-las-reglas-dice-arturo-perez-reverte/



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  • » Esta semana ... Arturo por México con "Revolución". « - Salva - 875 - 26/10/2022 09:28


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