Un año más.
Suerte en los zafarranchos, temporales y arribadas.
Que tengas buen viento y buena caza, chaval
Ya no soy Tintín, ni volveré a serlo nunca. Soy yo quien ha pasado, con el tiempo, al otro lado de las viñetas que acompañaban mi infancia.
Y mientras devuelvo el álbum a su estantería, me sube a la garganta una risa desesperada y melancólica. Mil millones de mil naufragios. |