La capacidad profética del Jefe no tiene límites. En realidad, deberían de olvidarse del dinero, readmitirla en TVE y devolverla a una mesa de redacción o un despacho, de donde esa pobre infeliz nunca debió haber salido. Así sucedió, más o menos, después de que un juez lo decretara.
Ni me importó ni me importa la verdad de los hechos que se imputaron a la Rodicio entonces. Lo que sí me sorprendió fue este artículo de A.P-R., que me pareció - lo digo hoy - demasiado cruel. Una percepción personal. Nada más.
El único artículo de los mil y pico, hasta el momento, que no me gustó nada de nada.
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