"FALCÓ" DE ARTURO PÉREZ-REVERTE EN FIL GUADALAJARA 2016
VIDEO:
https://www.youtube.com/watch?v=_xVNr9C_9TE
ARTURO PÉREZ-REVERTE "ES UN ROCKSTAR"
“Mira, ¡es el de La reina del sur!”, fue la frase que más se escuchó en los pasillos del Área Internacional de Expo Guadalajara, durante la firma de libros del narrador español Arturo Pérez-Reverte. A la 30 Feria Internacional del Libro de Guadalajara acudieron cientos de lectores aficionados al escritor cartaginés, autor de la novela sobre una narcotraficante sinaloense llamada Teresa Mendoza, que hace de las suyas en España.
En la fila había de todo. A decir verdad, eran dos filas: una, la de los penitentes fans que, a lo largo de dos horas, esperaron pacientemente el encuentro con su ídolo literario; otra, la de Control Público de los amables chicos de Servicio Social que, con una valla humana, contenían la emoción desbordante que se manifestaba entre los que estaban en la fila y los que se acercaban con curiosidad a ver qué reunía a tantas personas. A esto se añadían los paseantes del primer domingo de la FIL, que reconocían al también periodista y académico. “Es un rockstar de la literatura”, le dijo un chico a su amiga, divertido.
La cola cruzaba tres calles del Área Internacional y daba vuelta. A cualquiera podría parecerle desalentador esperar tanto tiempo para que su escritor favorito le firme el libro, pero no a ellos. Las edades variaban: desde muchachos de entre 23 y 24 años hasta personas mayores. Adriana Sámana llevaba El pequeño hoplita. “Es el único libro para niños que le trajeron a firmar”, dice orgullosa.
Otro de los volúmenes recurrentes en la fila fue Hombres buenos. Según Humberto Mayans, de Tabasco y asiduo visitante de la FIL, se trata de “la lucha entre cultura y la ignorancia”. Después de haber charlado unos segundos con el autor, confesó que Pérez-Reverte le había dado la razón en cuanto a que este es “un libro muy especial”.
Aunque también se tenía programado que el narrador sinaloense Élmer Mendoza —gran amigo de Pérez-Reverte— estuviera firmando libros, este no llegó. Pero para los seguidores del autor de La guerra civil contada a los jóvenes, eso sólo significó la oportunidad de llegar antes a saludar al escritor.
Para llegar a él, los lectores debían llevar uno de sus libros para ser firmados y debían tener una ficha para mejor organización. Calculamos que recibió alrededor de 200 personas (muchas de ellas con hasta cuatro títulos para que se los firmara). El ánimo de Pérez-Reverte fue todo el tiempo jovial. A todos los recibía con una sonrisa, firmaba su libro, intercambiaban palabras (en algunos casos se veía que mantenía breves charlas verdaderas con algunos afortunados) y volteaba para la foto, abrazando a cada uno de los triunfadores que lograron estrechar la mano de un autor al que admiran tanto.
Falcó, su nueva novela, publicada por Alfaguara, era, sin lugar a duda, la que más gente llevaba en la mano para ser autografiada, lo que habla de la amplia popularidad del narrador entre el público mexicano.
Ovín Muñoz, de 29 años, se bajó del podio algo eufórico, luego de que Pérez-Reverte le firmara La reina del sur y le preguntara si había visto la serie. “Vi la serie, me gustó y ahora voy a leer el libro porque siempre el libro supera a la serie”, a lo que el autor le contestó con una sonrisa: “La serie está bien hecha”.
http://www.cailegdl.com/feria-internacional-del-libro/arturo-perez-reverte-rockstar/
FIDEL DE SÍMBOLO A PAYASO GROTESCO: PÉREZ-REVERTE
El autor se hizo mexicano para escribir La reina del sur; Sean Penn, “gringo canalla y traidor”
México
Su libro tendrá segunda parte: “Dejé un final un poco abierto para poder seguircon dos o tres sólidos personajes”. (Especial)
Guadalajara. Arturo Pérez-Reverte (Cartagena 1951) toma con buen ánimo cada pregunta, está sonriente y se engancha con alguna que le despierte especial interés, pero son dos relativas a La reina del sur las que parecen impacientarlo y trata de responder aun antes de que termine el reportero de hilvanar la interrogante: afirma que “es un libro escrito por un mexicano” y niega que se haya solidarizado con Kate del Castillo después de lo que llamó “una estupidez”, es decir, el episodio con El Chapo Guzmán y el “perro traidor” Sean Penn.
El autor está en la Feria Internacional del Libro, para presentar su más reciente novela, Falcó (Alfaguara 2016), y en charla con MILENIO adelanta que esta obra sobre un espía de los años 30 en la España franquista tendrá una segunda parte, revive su amor por libros como Los tres mosqueteros, presume la amistad con su “carnal” Élmer Mendoza y dice que mientras otros van al psicólogo él escribe, además de considerar como “lección de vida” el hecho de que el tiempo y la condición humana corrompen ideales y convirtieron a Fidel Castro en un “payaso grotesco”.
Usted ya era un escritor con nombre, ya había sido periodista más de 20 años, y decía que no se veía como novelista. ¿Cómo va con esa evaluación, ahora que de hecho es usted miembro de la Academia Española y sus más de 25 títulos son un éxito de ventas con cifras que alcanzan los 20 millones de ejemplares?
Soy un novelista accidental, no pretendía serlo, no tenía vocación literaria, pero sí una biografía llena de cosas en la mochila y fueron saliendo como novela. Soy novelista como consecuencia de la vida que llevé como reportero. Treinta años después ya soy un periodista profesional y parece raro hablar así, pero realmente nunca fue mi intención, ha sido una casualidad.
Decía Bertrand Russell que durante dos años iba todas las mañanas a su escritorio frente a la hoja en blanco y no podía comenzar a escribir. ¿Ha lidiado usted con esto de la hoja en blanco?
No, mi problema es justamente que no viviré lo bastante para contar las historias que me falta contar. El problema es que cuando tienes 65 años vives en un mundo de novelas por escribir, pero sabes que ya no te queda mucha vida por delante, 10, 15, 20 años, no lo sé, pero ya tienes que elegir con mucho cuidado lo que escribes, hay que decidir qué novela vive y cuál muere, y conmigo no es fácil, estoy en esa fase.
Sé que se solidarizó vía Twitter con la actriz Kate de Castillo, intérprete de La reina del sur en una teleserie.
No, no me solidaricé, le mandé mis saludos nada más. Es difícil solidarizarse con esa estupidez. Le mandé mi simpatía y solo le dije en plan de guasa: “Un saludo, mi narca, y tal”. El Chapo se quedó fascinado por una actriz que hacía de narca y Kate, después de un trabajo extraordinario como La reina del sur, quedó con una cierta predisposición a interesarse por ese mundo, pero ahí el malvado, el perro traidor, fue Sean Penn, el gringo que contó todo por vanidad, el que delató, el que montó el escándalo, no Kate ni El Chapo. Cada uno hacía su papel, pero Penn se portó como un canalla.
No quiero dejar de pedirle su opinión sobre el hecho de que la ficción con mayor éxito sobre el narcotráfico en México sea la novela de un autor español y no, digamos, de escritores locales especializados en el tema, como Carlos Velázquez y Élmer Mendoza.
Debo hacer una precisión. La reina de sur debe mucho a Élmer Mendoza, mi carnal, quien me llevó por Sinaloa al principio, mis primeros pasos por el mundo del narco, él es de allá y me habló sobre el lenguaje y las costumbres, me presentó gente, fue mi primer aterrizaje. Por otra parte, soy tan mexicano como usted es español, cuando vengo a México estoy en mi patria y usted está en la suya en España: la lengua, las costumbres, la arquitectura, el carácter y mil cosas hacen que yo aquí esté en mi casa, por eso opino en México sin complejos, con libertad, porque en su casa uno tiene derecho a hablar de lo que ama. Así que La reina del sur está escrita por un mexicano, no por un español. Me hice mexicano para escribir esa novela, viví aquí, tomé tequilas con los narcos, con los policías, no soy un gachupín turista que estuvo aquí dos días para escribir una historia. Viví ese mundo con mucha honradez y profundidad, por eso el libro funcionó y salió bien. Ya hasta tengo dos corridos y estoy muy orgulloso de eso.
Es inevitable pensar, cuando uno lee libros como La reina del sur, El Club Dumas o ahora Falcó, en que tienen por lo demás un futuro como tramas cinematográficas.
Hay escritores que somos más visuales y entonces quizá sea más fácil que el lector vea en imágenes lo que cuento, por eso el cine se acerca con mucha facilidad y ya hay ocho o 10 películas y series de televisión de mi obra, pero no pienso en ello. Es más, creo que no es bueno hacerlo así, siempre he sido muy disciplinado con los géneros. Y pasa que muchas veces es inevitable, como en esta novela Falcó, años 30, un tipo simpático, con glamour, canalla que seduce y mata a una mujer, elegante, guapo, bien vestido, cosmopolita, es inevitable que no remita a películas que hemos visto, novelas leídas. De hecho he visto mucho cine en blanco y negro para esta novela, por lo que sí hay una conexión documental y está en mis herramientas narrativas. El cine se trasluce, pero nunca he escrito pensando en él.
Ahora con “Falcó”, ¿por qué el regreso a los años 30 del siglo pasado?
Mientras que Alatriste, otro de mis personajes, es un héroe moral, con códigos, este Falcó es un aventurero amoral, un sinvergüenza, un golfo simpático, mujeriego, vividor, que mata y tortura, pero al mismo tiempo es encantador. En los años 30 había mujeres y hombres elegantes, trenes internacionales, hoteles de lujo, había un glamour y un mundo sórdido, mucho más intenso, por lo que como territorio narrativo es mucho más divertido, y todo eso me dio un escenario tan fascinante, primero para mí como autor, divirtiéndome escribiendo, y para el lector, por lo que me la he pasado de maravilla. Ha sido como jugar a los espías. Tanto así, que iba a ser una sola novela, pero cuando ya se iba a acabar, decía: “Quiero que esto siga, no quiero dejar de leer”, por lo que dejé un final un poco abierto para poder seguir con dos o tres sólidos personajes.
¿Qué opina de la figura que fue Fidel Castro?
Yo era un niño y recuerdo que era la esperanza con el Che y esos hombres que luchaban por la libertad, la democracia, la justicia, eran nuestros héroes, y el tiempo ha hecho que ese sueño acabase en un número grotesco, en ese anciano esclerótico vestido con pants, tirano de Caribe en ese final patético, en la cama. Ver que los sueños nobles terminan en los Fideles ancianos en esa Cuba triste en manos de una casta política que ha hecho de ella su finca y su cortijo particular. Es una lección de cómo en la vida, aunque triunfen, las grandes esperanzas no permanecen y el tiempo y la condición humana las corrompen, y los que fueron grandes símbolos se convierten en payasos grotescos. Es una lección de vida. La vida es muy compleja. A mí me ayuda leer. No sé cómo le hace la gente que no lee. Cómo hacen para soportar el dolor, la soledad, el horror, el fracaso, la muerte, cómo consiguen consolarse, comprender, es muy triste, se privan de la principal herramienta de comprensión y felicidad que existe en el mundo: un libro
http://www.milenio.com/cultura/FIDEL-FIDEL_CASTRO-LIDER-PAYASO-SIMBOLO-REVOLUCIONARIO-MILENIO_0_856114411.html
ARTURO PÉREZ-REVERTE: "FALCÓ"
Por Carmen R. Santos
domingo 27 de noviembre de 2016, 19:25h
Alfaguara. Barcelona, 2016. 294 páginas. 19,90 €. Libro electrónico: 9, 99 €. El creador de Alatriste, nos presenta a otro personaje que, como el espadachín del Siglo de Oro, ha llegado para quedarse. La primera aventura de este espía a sueldo nos sumerge en los primeros momentos del estallido de la Guerra Civil española.
Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, 1951) ha conseguido el milagro, no tan frecuente, de aunar el favor del público y de la crítica. Y esto no solo en España sino también fuera de nuestras fronteras, contando con millones y millones de lectores en todo el mundo. Esa conciliación fue aumentando a medida que el escritor cartagenero y miembro de la real Academia Española incrementaba su producción con nuevos títulos que hoy suman ya más de una treintena de novelas -bastante de ellas llevadas al cine o la televisión-, a los que hay que añadir sus recopilaciones de artículos que dan cuenta de su habitual presencia en la prensa y de una voz que, sin temerle a la polémica, sino todo lo contrario, expresa sus opiniones sobre todo lo divino y lo humano sin cortapisas y sin miedo en saltarse a la torera lo políticamente correcto.
En la narrativa, fecunda ha sido su trayectoria desde que, tras dejar su trabajo como reportero de guerra durante más de dos décadas, decidió volcarse en la literatura. En la mente de todos están obras como, entre otras, La tabla de Flandes, El club Dumas, La carta esférica, La reina del Sur, El tango de la vieja guardia, El francotirador paciente, y Hombres buenos. Sin olvidar su serie de Las aventuras del capitán Alatriste, protagonizada por un veterano de los tercios de Flandes que vive malamente en el Madrid del siglo XVII como espadachín a sueldo.
Como espía a sueldo es Lorenzo Falcó, el personaje ahora creado por Pérez-Reverte, que, sin duda, está llamado a vivir nuevas aventuras y convertirse, como Alatriste, en una de las figuras más populares de las letras españolas de hoy. En esta primera entrega -el propio escritor ha confesado que habrá otras-, Falcó se ve inmerso en una peripecia que, aunque no de la manera en que se aborda en esta novela, tiene su parte de hecho real: el intento de liberar al fundador de La Falange, José Antonio Primo de Rivera, de la cárcel de Alicante, zona republicana, donde finalmente fue fusilado el 20 de noviembre 1936, cinco meses después de que la que sería una larga contienda fratricida estallara en España. No es, claro está, que Falcó sea falangista. A sus actividades como traficante de armas, entre otras no precisamente edificantes, se suma su trabajo para el franquista Servicio Nacional de Información y Operaciones (SNIO), que le encarga esa misión.
Así, Pérez-Reverte en esta primera salida de su nuevo personaje se enfrenta a un reto del que sale más que airoso: la novela no se aglutina en torno a una intriga central -sabemos que la misión fracasará-, y, sin embargo, la habilidad de su autor consigue que una vez comenzada la lectura sea imposible abandonarla.
Y ello es así, más allá incluso de la acción, que la hay en abundancia, y de un estilo cortante, rápido y muy eficaz, gracias a la construcción del personaje de Falcó. No en vano su nombre da título a la novela. Porque, sin duda, cuando un escritor logra erigir un personaje seductor, consigue que interese cuánto le suceda. Y Falcó encierra esa seducción. la de un personaje novelesco de buena ley que se contempla a sí mismo “como al resto del mundo, con tranquila e irónica melancolía”. Provisto de una resistencia física y psicológica fuera de lo común, a los treinta y siete años acarrea “una densa biografía a la espalda: América, Europa, España. La guerra. Trenes nocturnos, fronteras cruzadas bajo la nieve o la lluvia, hoteles internacionales, calles oscuras e inquietantes, abrazos clandestinos”.
Su talón de Aquiles son los fortísimos dolores de cabeza que frecuentemente le torturan, y que combate con cafiaspirinas, su loción es Varon Dandy y fuma cigarrillos Players. Pérez Reverte, como es habitual, cuida mucho los detalles.Y, en su bolsillo, junto a este analgésico, Falcó lleva una capsula de cianuro. Nunca se sabe si puede ser necesaria, le gusta le gusta, como recomendaba Nietzsche, vivir peligrosamente, pasearse por el filo de la navaja. Sea cuál sea su coste: “La vida era para él un territorio fascinante; un coto de caza mayor cuyo derecho a transitarlo estaba reservado a unos pocos audaces: a los dispuestos a correr el riesgo y pagar el precio, cuando tocara, sin rechistar. Dígame cuánto le debo, camarero. Y quédese con el cambio. Había premios inmediatos y tal vez castigos atroces que aguardaban su hora, pero estos últimos estaban todavía demasiado lejos”.
Al lado de Falcó, desfila toda una galería de personajes, con hallazgos como Eva Rengel, vuelta de tuerca a la femme fatale, y el jefe de Falcó, el Almirante. Falcó está recorrida por secretos, traiciones y sorpresas en un mundo donde la crueldad se ha hecho fuerte, más allá de ideologías. Y Falcó nada en él como pez en el agua, pues para él “los dos bandos estaban perfectamente definidos: de una parte él, y de la otra todos los demás”. Aunque la cuestión es que quizá Falcó tiene un código ético personal. O puede que ningún escrúpulo. Lean y juzguen.
http://www.elimparcial.es/noticia/172123/los-lunes-de-el-imparcial/arturo-perez-reverte:-falco.html
UN ESCRITOR ES LO QUE LEE, MÁS LO QUE VIVE, MÁS LO QUE IMAGINA: ARTURO PÉREZ-REVERTE
Élmer Mendoza, el autor de "Balas de plata" y "El asesino solitario", presenta "Falcó" de Arturo Pérez-Reverte en el Salón 4 a las 20:00 horas.
Falcó", la nueva novela del escritor español Arturo Pérez-Reverte, es una historia de espías en toda regla que arranca en el otoño de 1936, mientras las fronteras europeas se reducen a una serie de líneas imprecisas y peligrosas, donde luchan y se confrontan ideologías y bloques geopolíticos, desde comunistas y fascistas hasta socialistas y anarquistas, y en la que, a manera de móvil y provocación narrativa, aparece un espía sui géneris: Lorenzo Falcó, de rostro anguloso, rictus de dureza cruel, gabardina, cigarrillo entre los dedos y una Browning semiautomática de 9 mm siempre en el bolsillo, un hombre que no tiene ideologías, que se mueve transversalmente en un mundo y un tiempo en los que la vida se escribe a golpe de traiciones y nada es lo que parece.
Dice Pérez-Reverte que hacía mucho tiempo no disfrutaba tanto escribiendo una novela, que se lo ha pasado tan bien documentando el personaje, la época, las aventuras, que ha sido como volver a sus primera novelas, “como volver a jugar de niño”. Y ha sido tan feliz, confiesa, que ha decidido hacer toda una saga con el mismo personaje, muy distinto, por otra parte, al capitán Alatriste, su personaje más clásico y con el que, admite, ha llegado a lugares que jamás pudo imaginar. “Pero Alatriste”, observa, “tiene reglas, códigos y lealtades que lo hacen moralmente salvable”, y ahora el cuerpo le pedía otra cosa.
Es el comienzo, como diría Rick Blaine en Casablanca, de una gran amistad con Lorenzo Falcó, ese espía español de los años treinta, amoral, sin escrúpulos, mujeriego, guapo, elegante y cosmopolita”, afirma Pérez-Reverte en entrevista. “Nos hemos hecho tan buenos amigos Falcó y yo que me da pena abandonarlo, así que vamos a seguir juntos unos cuantos años y unas cuantas novelas más”.
Y aunque no sabe hasta qué época desarrollará las aventuras de su nuevo personaje, dice tener la certeza de que continuarán en las décadas de 1930 y 1940, el tiempo en el que ubica la acción. “Y México está incluido, porque Falcó tiene vínculos con México: ahí traficó armas en su juventud”.
El escritor y académico de la lengua rechaza sin embargo que su nuevo personaje tenga algo que ver con James Bond o Sam Spade o Marlowe. Lo que ha querido contar es a España y su entorno. En ese sentido, Falcó es enteramente español y responde al deseo de Pérez-Reverte de crear un aventurero vividor, simpático y políticamente incorrecto, que lo mismo se mete cocaína que fuma.
En cuanto a la época, Falcó se nutre de todo el glamur del viejo mundo que recrea y se adapta a la zona oscura de los totalitarismos que emergen. Por eso, explica Pérez-Reverte, “mover a un personaje así por esa época era una tentación que me perseguía desde hacía mucho tiempo; imaginar lo que fueron en su momento el comunismo y los fascismos, teniendo en cuenta, por ejemplo, que aún no había campos de exterminio y que los nazis despertaban elogios, porque si leemos la prensa española, francesa o inglesa de la época, puede verse cómo se hablaba de la nueva Alemania o de la nueva Italia. Ahora todo suena a muerte, pero entonces era la modernidad. Y es muy difícil ver eso con ojos actuales”.
La saga de Falcó, pues, está garantizada, ya que en la novela se mencionan, de pasada, escenarios de aventuras previas del personaje, como México, pero también Estambul, ya que España tenía intereses fuera de sus fronteras, como toda Europa. “Había zonas clave en la geoestrategia mundial de la época. Había espías de la URSS, de los fascismos, de las viejas monarquías europeas, sobre todo de las balcánicas, en países como Turquía, con un tremendo ambiente de tensión e incertidumbre. Y España, como todo el mundo, tenía sus agentes allí”.
Respecto a su escritura, Pérez-Reverte menciona que la novela exigía diálogos cortantes, descripciones breves y precisas, una economía de medios que no había puesto en práctica en otras novelas, por lo que en Falcó “es seca, dura, rápida, pero con densidad, porque hay tontos que creen que una novela de espías no puede ser densa. Yo no escribo best sellers. Mis novelas se venden mucho y me alegro, pero yo hago otra cosa”, advierte.
Pérez-Reverte puntualiza que muchas de las escenas más duras de su nueva novela no provienen de la nada, sino que ha abrevado en sus propias experiencias personales, porque “un escritor es lo que lee, más lo que vive, más lo que imagina”. En ese sentido, lleva la ventaja, gracias a su trabajo como reportero de guerra. Cuando habla de soledades, miedos, torturas, asesinatos, trenes oscuros o encuentros peligrosos en plena noche, no piensa en películas que ha visto ni en novelas que ha leído, sino en su propia experiencia, lo cual ayuda a darle una dosis de realismo a sus historias.
Cuenta que en una estancia en Angola conoció a un tipo, Felipe se llamaba, que torturaba a un hombre. Mientras tomaba un descanso con una copa en la mano, le enseñó a Pérez-Reverte, sin ningún pesar, con toda naturalidad, cómo se torturaba: cómo convenía no pasarse, cómo un torturador torpe hacía que la víctima muriera antes de hablar, cómo uno inteligente conseguía que ella simpatizara con él. “Hay gente cuyo trabajo consiste en matar, torturar, espiar y poner bombas. Son tipos que no identificarías en la calle. Yo he tomado copas con violadores, torturadores, asesinos, narcos, y estoy muy orgulloso de haber conseguido que se las tomaran conmigo. Les debo haber entendido la parte oscura del ser humano y muchas cosas que he puesto en mis novelas”.
A fin de cuentas, lo que hace Pérez-Reverte es describir, como en Falcó, un mundo en el cual hay, entre muchos otros elementos, violencia, buscando múltiples fuentes para reflejarlo de la forma más fidedigna posible. Porque exigir a un novelista un compromiso moral, como subraya el escritor, “es una estupidez”. Y es, en última instancia, “no tener ni idea de lo que es la literatura”.
http://www.milenio.com/filias/arturo_perez_reverte-escritor-libros-novelas-falco-cultura-filias-milenio_noticias_0_855514521.html
FALCÓ, UNA INVITACIÓN A USAR LA IMAGINACIÓN
La obra del escritor español Arturo Pérez Reverte fue presentada en una charla con Elmer Mendoza, ambos escritores hablaron sobre los componentes de la obra y de paso recordaron algunas anécdotas.
MARTHA CALVILLO 27/11/2016 10:35 PM
Dentro del marco de presentaciones de libros en la edición 30 de la FIL, Arturo Pérez Reverte presentó su novela Falcó en una divertida y enriquecedora charla en la que estuvo acompañado por Elmer Mendoza y Pilar Reyes.
Falcó retrata la historia de Lorenzo Falcó, un ex contrabandista de armas de la Europa de los años 30, que tiene por encargo infiltrarse en una peligrosa misión que podría cambiar la historia de España.
Reverte detalló que esta historia tiene muchos de sus placeres y que se encargó de sutilmente "poner detallitos" que atrajeran a los lectores a explorar en su imaginación.
"En esta novela hay placeres personales, es una novela policiaca católica, furtiva con transición con muchos diálogos, es una novela ágil, una novela diferente que el lector de forma casi inconsciente le fui sembrando cositas para despertar en su cabeza y hacerlos imaginar.
Yo necesitaba al lector sembrarle estas cositas para que pudiera ver una novela escrita en blanco y negro".
Además el autor español explicó que desde su perspectiva existen dos tipos de escritores; cazadores y recolectores y aseguró es cazador, sin embargo durante su explicación sobre cómo consistía cada categoría, se reventó su teoría al tratar de catalogar los textos de Elmer Mendoza.
"El recolector se cree escritor porque está en un territorio habitual, planta guisantes, tiene hijos, los ve crecer, tiene una mujer con la que envejece, tiene un territorio familiar en el cual se mueve, el otro ser humano que es un cazador es a quien el territorio flipa, por razones
genéticas necesita ir él detrás de la comida, salen fuera y eso es bueno, sale a cazar pero cuando regresa tiene su territorio en casa, en ese territorio hay una especie mixta ahora que lo pienso me ha reventado la teoría que es la tuya por ejemplo (a Elmer)".
La charla plagada de anécdotas y señalamientos tanto de Mendoza como Reverte fue disfrutada por alrededor de 60 personas, que rieron y aplaudieron las intervenciones de los escritores.
http://www.milenio.com/filias/presentan-Falcon-imaginacion-FIL-Arturo_Perez-Milenio_Noticias_0_855514731.html
ARTURO PÉREZ-REVERTE: "EL LADO OSCURO VUELVE OTRA VEZ"
Publicado el Domingo 27 de noviembre de 2016 en CULTURA
El novelista español Arturo Pérez-Reverte posa para la foto en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, México, 26 de noviembre de 2016. Pérez-Reverte presenta su nueva novela "Falcó" en la feria. (AP Foto/Berenice Bautista)
GUADALAJARA, México (A — Arturo Pérez-Reverte se pone el sombrero y saca una cigarrera en “Falcó”, su novela sobre un extraficante de armas convertido en espía español en el período de entreguerras.
“Cuando escribí ‘El tango de la Guardia Vieja’ me ocupé de los años 30, dejé unas cuantas puertas abiertas, me la pasé muy bien con ese período, ropa, modas, costumbres, lugares, aquella Europa era fascinante”, dijo el sábado en entrevista con The Associated Press en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara donde presentará su obra más reciente.
“Una novela de espías ahora es muy vulgar, en esas películas de Tom Cruise ya está todo, es teléfonos, drones. En los años 30 había tintas invisibles, mujeres misteriosas, trenes, sombreros”.
Pérez-Reverte incluye minuciosamente estos elementos en la novela, aunque aclara que son detalles, no descripciones.
“Dan el carácter de realidad a las cosas, el lector con eso puede recomponer al personaje”.
Aunque trabaja para el Servicio Nacional de Información y Operaciones, Falcó no comparte su ideología, es sólo un espía a sueldo.
“Es un ser de los años 30, no de ahora, un asesino, un torturador, un mujeriego, un traficante de armas, un tipo nada recomendable, no voy a darle principios morales a un personaje que no lo es”, dijo Pérez-Reverte.
El algún momento se queja de que las mujeres prefieran acostarse con los canallas que con los caballeros. “Y como es un canalla se van con él”, explicó Pérez-Reverte.
Los falangistas son una constante en la historia. Su presencia tiene un eco más grande en la actualidad ante las corrientes de ultraderecha que han comenzado a cobrar fuerza en el mundo.
“Viví 20 años en países en guerra y he visto totalitarismo, he visto guerra, matanzas, he visto fascismos, he visto comunismos y la historia se repite cíclicamente, ya tocaba”, dijo Pérez-Reverte, de 65 años.
“Sí hay una manera de evitarlo, que es con cultura, la cultura es el único antídoto que hay. En la tierra no hay nada nuevo, sólo hay cosas que hemos olvidado, que ya han ocurrido. ¿La cultura qué permite? Identificarlas”.
El autor dijo que tomó mucho de su experiencia como reportero de guerra para crear el ambiente de tensión constante que hay en “Falcó”.
“Cuando yo hablo de violencia, de territorio peligroso, de tortura, de muerte, de soledad, no son teorías aprendidas en los libros o conversaciones de intelectuales en las barras del bar, lo he visto y lo he vivido”, apuntó. “Por eso soy tan pesimista, porque sé que no hay salvación”
La guerra como la leyó antes de ser reportero, como la vio y como la ve sigue igual: Beirut, Troya, Eritrea o los escritos de Jenofonte están en un mismo plano. El triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos tampoco es algo que le sorprenda.
“El lado oscuro vuelve otra vez . siempre estuvo ahí, no se había ido”, dijo. “Castro ha muerto en la cama, a Trump lo hemos votado nosotros, los políticos no son marcianos salidos del espacio, salen de nuestras casas”.
¿Su opinión ante la muerte de Fidel Castro?
“Es muy sencilla: tristeza”, dijo. “Hubo un sueño hermoso que se llamó Sierra Maestra, un sueño muy divertido de justicia y hombres valientes que se echaron al monte a pelear por la libertad y la justicia y vencieron. Después se pudrieron en el poder y han terminado un sueño en un payaso grotesco en chandal (ropa deportiva)”.
“Es una lección histórica más de cómo los mejores hombres, los mejores sueños son corrompidos por sí mismos y cómo terminan”, agregó. “Para mí Castro es el fracaso de la esperanza, eso es muy triste”.
Pérez-Reverte dice sin pensarlo dos veces que los únicos inocentes son los niños y los perros, pero también tiene esperanza en algo más en este oscuro periodo: los maestros.
“Siempre hay algún buen maestro en algún sitio”, dijo. “Son lo más noble de lo que hay”.
En “Falcó” el miembro de la Real Academia Española y autor de la popular novela sobre narcotraficantes mexicanos “La Reina del Sur”, escribe “mejicanos” en vez de “mexicanos”, dice, por cuestiones fonéticas y no por seguir la vieja regla de la academia.
“México con ‘x’, siempre, por respeto a México evidentemente . Y mejicano con ‘j’ porque en español se escribe con ‘j”’, dijo. “Yo soy el que más duro ataco a la Real Academia Española, hace pocas dos semanas tuve un artículo durísimo en contra”.
Promete que habrá al menos tres entregas de la historia de su espía Lorenzo Falcó.
“Ya estoy con la segunda y estoy muy contento”.
http://www.larepublica.ec/blog/cultura/2016/11/27/arturo-perez-reverte-el-lado-oscuro-vuelve-otra-vez/
EL ESPIA CON GLAMOUR DE PÉREZ-REVERTE
Arturo Pérez-Reverte regresa a una época en la que los espías vivían el glamour con la novela que presenta este domingo en la FIL Foto: Ángel Llamas
José Armando García
Guadalajara, México (27 noviembre 2016).- Sus visitas a Guadalajara se realizan un año sí y un año no, más que nada "por razones tácticas", y lo hace días después de cumplir 65 años. Así, Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, 1951) llega este domingo a la FIL con Falcó (Alfaguara 2016), una novela de espías "canónica" en la forma.
Ubicada en la Guerra Civil Española, Pérez-Reverte quiso explorar con Falcó la "magia" existente en las antiguas novelas de espionaje en la que los trenes expresos, el glamour de los años 40 y las mujeres hermosas dominaban, no la tecnología como en las películas de Tom Cruise.
"Hoy en día una novela de espías, una película de espías es todo drones, electrónica, aparatos, teléfonos móviles y tal, Tom Cruise, pero en aquella época el espionaje tenía glamour", explica de manera divertida Pérez-Reverte.
Pérez-Reverte, que con El tango de la guardia vieja ya había explorado los años 40, decidió ampliar su fascinación por esta época y lo hace con un personaje que no tiene moral alguna.
"No es un tipo de ideologías, es un tipo que se mueve por la guerra sin distinción ideológica, trabaja para los rebeldes, pero pudo trabajar para los republicanos, un personaje así: amoral, violento, tortura, mata, pero al mismo tiempo con encanto personal, simpático guapo, elegante" comenta el autor de El Capitán Alatriste, que cumple 20 años de haber sido publicada.
El escritor español tendrá una firma de autógrafos con su "compadre" Elmer Mendoza a las 16:00 horas y a las 18:00 presentará Falcó en el Salón 4.
http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/articulo/default.aspx?id=993306&md5=d714420c6a4ce0adbb3526a26d43c84e&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe&lcmd5=72437ad9705cc4f003676b610ca2127f
PÉREZ-REVERTE: "FALCÓ" ES UNA OBRA DE "LOBO CAZA CORDEROS" EN BLANCO Y NEGRO
MÉXICO FIL | 28 de noviembre de 2016
El escritor español Arturo Pérez-Reverte explicó hoy que su última novela, "Falcó", tiene como protagonista un "lobo que caza corderos" y que esta fue concebida como una historia repleta de detalles para que el lector la imaginara "en blanco y negro". EFE
Guadalajara (México), 28 nov (EFE).- El escritor español Arturo Pérez-Reverte explicó hoy que su última novela, "Falcó", tiene como protagonista un "lobo que caza corderos" y que esta fue concebida como una historia repleta de detalles para que el lector la imaginara "en blanco y negro".
"Necesitaba que al lector de manera inconsciente se le despertaran ecos. Meter estas cositas para que pudiera ver en blanco y negro una novela escrita en blanco y negro", apuntó el autor en una charla en el marco de la 30 Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
Así concibió "Falcó", el primer libro de una nueva saga de este escritor nacido el 1951 en Cartagena, Murcia, y protagonizada por Lorenzo Falcó, un personaje fascinante, escurridizo y mujeriego, entre tantos otros adjetivos.
"Falcó es un sinvergüenza ya desde niño. Es el típico tipo que te roba la novia, se lleva dinero, te engaña y te utiliza, pero al mismo tiempo es tan simpático...", explicó el autor de libros como "El club Dumas" o "El capitán Alatriste".
La acción tiene lugar en la España de 1936, concretamente durante los cuatro meses que siguen al levantamiento del 18 de julio perpetrado por el bando nacional -comandado por Francisco Franco- contra la República; los días más sangrientos de aquella contienda.
En esa Europa que "crujía" y en una España enfrentada, Falcó, "espía y asesino", se mueve como pez en el agua:
"Yo quería mover a mi personaje de manera transversal, un tipo sin ideologías que se mueve por la aventura", señaló Pérez-Reverte.
Es por ello que en la novela la Guerra Civil se presenta como un "pretexto", y una excusa para hablar de "lobos y corderos".
Miembro de la Real Academia Española desde 2003, el autor también habló hoy, ante una concurrida audiencia, de temas de actualidad como la reciente muerte del líder revolucionario cubano Fidel Castro.
Definió a Castro como "ese hombre valiente que luchaba por la libertad y la justicia" y que terminó "en un viejo esclerótico, egoísta y dictadorzuelo en chándal", convirtiéndose en un ejemplo de que en la vida "las grandes ideas, esperanzas y combates" terminan siempre así, en un anciano enfermo y "metido en un búnker ideológico y político".
Ante la muerte de Castro, o la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE.UU., Pérez-Reverte recetó literatura y libros, porque permiten entender mejor el entorno y además, son "analgésico y consuelo".
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