tendrás que ser tú, el homenajeado.
Por los ratos vividos, por las horas echadas, por tu previsón que roza la obsesión, de que nada se pierda, todo se guarde, nada cambie e iCorso sea la fuente de donde beben los que de verdad, vienen a buscar información.
Icorso, sin más protagonistas ni protagonismos. Salva, siempre a la sombra, con su trabajo callado, su sonrisa de niño pillo, sus palabras amables y galantes
y sus libretas... Algún día, tus libretas valdrán su peso en oro.
Salvita, amore, yo también me sumo a los tornis.De tus mujeres divinas.
¡Petisús, cómo no! |