Yellow Submarine
Ya en los años sesenta unos hippies que a la postre luego se hicieron famosos, entonaban esta melodía en la pérfida Albión: amarillo el submarino es, amarillo es...
Mira tu por donde que pasados unos cuantos años a los españoles nos siguen haciendo llegar melodías parecidas pero cuan cruda es la realidad, esta especie de piratas acuáticos en forma de submarino nuclear tienen la desfachatez de dejarnos el marrón en nuestras propias narices (siempre tirando la mierda fuera de casa).
Pero pasa el tiempo y a ese vasto imperio de nueva creación llamado Europa, tierra de grandes naciones unidas por la fraternidad, igualdad y libertad, cuna de culturas, idiomas y todos a una como en Fuenteovejuna también esta panda de energúmenos les andan dando por el culo, vacas locas, fiebre aftosa...
Hay algo en la memoria genética de las personas que no cambia con el paso del tiempo, y en el caso de estos meapilas e hideputas anglosajones, es su irrefutable fama de piratas y sinvergüenzas que por mucha sonrisa que esboce el Blair en sus intervenciones al personal, se puede estar cagando en tu madre o pensando donde te va a dar la siguiente puñalada.
Nos vacilan con el Tireless, nos envenenan con las vacas locas que ha pesar de que ya han palmado unos cuantos en la isla, nos seguían vendiendo las vacas como si aquí no pasase nada y con la consigna famosa de "El ultimo marica", también nos envenenan con la peste aftosa, nos mandan a toda esa jarcia de pordioseros que llamamos turistas, que además dicen que es uno de los pilares fundamentales de la economía española, y un sinfín de putaditas con mayor o menor intensidad pero eso si, siempre con la divisa de la casa.
A veces después de leer una novela histórica echo de menos esos tiempos en los que el solo nombre de español, que en otro tiempo peleaba y con la reputación temblaba de él todo el mundo no se parezca en nada al españolito de ahora que ni le va ni le viene y lo único que quiere es ganar mas trabajando menos, importándole un huevo lo que le pase al vecino mientras a él no le salpique.
Al final
van a tener razón y lo del submarino amarillo en verdad nos va a
traer mala suerte.