Corrupción divina
Muchas veces me dicen que me paso, que la iglesia hace muchas cosas buenas por la gente de la calle, por los pobre, por el tercer mundo... y qué tiene ese que ver, les respondo yo. La iglesia no deja de ser una “empresa”, que sí, hace muchas cosas por los más necesitados, pero no deja por eso de ser una mafia, que mueve miles de millones y que despilfarra dinero de gente que cree en la palabra de un señor que vivió hace mucho tiempo, y que era muy inteligente.
En mi modesta opinión (soy ateo), el hombre ha creado a los dioses para explicar su propia procedencia... pero se le ha ido de la mano. Yo lo veo interesante como juego; crear historias y dioses. Al fin y al cabo, esta es una de las características que nos diferencias de los animales, que con lo tontos que son, nos superan en muchas cosas. Quizás la iglesia católica necesite una reforma, una limpieza, un cambio de mentalidad, reciclar toda la pedrería y seda de los trajes, fundir todos los utensilios de oro y plata... y destinar lo obtenido al tercer mundo. Pero claro, qué haría el clero sin todo eso. De fe no se come. Si hiciesen esto, pasarían de ser una mafia a una organización benéfica, con cuento de hadas y “dioses” de por medio, para entretener a los inversores.
Yo supongo
que en el futuro todo esto desaparecerá. Pero la imaginación
humana es inagotable, y seguro que desvía la creatividad hacia otro
lado. Quizás en cien o doscientos años, la Biblia no sea
más que un libro de ficción como otro cualquiera. Pero hasta
que eso suceda muchos pobres desafortunados seguirán sufriendo,
sin nada que llevarse a la boca, por culpa, entre otros, de los obispos
y cardenales que lucen bisutería y tejidos de lujo en su indumentaria
de trabajo... de timo.