El peñón... del rincón
Pues manda huevos que después de tanto jaleo, tantos engaños, trampas, mentiras, subterfugios y putadillas en general, resulte que no se lo queda nadie. Sería fantástico, ya me lo imagino. Verán: imagínense una tierra inclinada, llena de rocas por todas partes; bien, ahora llenela de perros ingleses hasta que no quepan. No se preocupen, si alguno se cae, tenemos más. Bien, ¿ya esta? pues ahora les ponen nombres españinglish, es decir John Gómez, Carlos Brown, o más exótico, Mª del Carmen Inmaculada White. Peeeerfecto. Ahora coloquen un submarino nuclear algo jodidillo, y un poco oxidado, en el puerto, y organicen un jaleo con el gobierno de al lado. Por último, intente separar la colonia del país original, en este caso Gran Bretaña. Bien, ha creado su propio gobierno de Gibraltar.
Y ¿ahora que?, bueno, pues igual que en la vida real: ya que usted ha metido la pata hasta el fondo, se la ha partido y ha pillado un cepo en el fondo al decir la cosa esa de "descolonización", intente arreglarlo con los gobiernos comprometidos: Gran Bretaña y España. Tooodo un reto a su habilidad e ingenio.
Por último, veremos los resutados, que serán los de siempre:
fanfarronada por un lado, fantasmada por el otro, apretón de manos,
sonrisa "Profidén" y ya está. De vuelta al principio. No,
si ya se lo digo yo: vamos a acabar exportando "hooligans" con denominación
de origen made in Spain.