Un tipejo
A Hace ya algún tiempo que tengo atragantado a cierto tipejo -que no les presento porque no creo que merezcan tal castigo- al que han dado el bastón de mando de la pesca y agricultura Europea y va por esos mundos de Dios apoyando sobre él su cojera al tratar esos temas y su ineptitud para negociar, lo que ha llevado a nuestra flota a un amarre continuado de más de un año y medio.
A la vuelta de la última negociación pesquera con Marruecos, con un nuevo fracaso en la cartera, al tipejo se le ha soltado la sinhueso y no se ha ruborizado ni un tanto así, al decir, con dos cojones, que los pescadores españolitos tendrían que reconvertirse. ¡Hay que joderse!. Osea, que aquellos viejos lobos de mar con más de treinta años de faenas y sufrimientos en el banco canario-sahariano, tendrán que ser reconvertidos de repente en cajeras de supermercados unos y en aparcacoches para señoritos otros. Pues espero que el tipejo vaya contratando al mago Coperfield ese, porque en esta España nuestra, el problema no se reduce a dos o tres marineros, hay cientos de pueblos cuya economía se basa, casi exclusivamente, en la pesca en estas aguas, y si se cargan de un plumazo la base de su subsistencia, se cargan también los supermercados, tabernas, librerías e incluso bancos de esos pueblos que, indirectamente también viven de los que estos marinos extraen de aquellas aguas.
Y todo esto pasa cuando en el Parlamento Europeo se mercadea con los cargos, y Fulanita de España apoya a Menganito de Alemania a cambio de un voto para que la tal Fulanita ocupe un cargo importante en el Comisariado de Infraestructura, o de Economía, o de lo que sea. Y entre mercadeo y mercadeo nadie parece darse cuenta que el nuevo comisario de Pesca es del único país de la Unión Europea que no está bañado más que por algún rio donde hace años que se ha extinguido todo bicho viviente, y como en Austria no hay que reconvertir a ningún marinero, todo este asunto parece traérsela floja al tipejo.
Es entonces cuando realmente echo de menos que, tercios como el de Cartagena, que siendo como eran buenos conocedores de su oficio y de aquellas tierras, no estén hoy por aquellos bajos paises, con sus espadas y dagas desenvainadas, dispuestos a entrar a saco en Bruselas, con los tambores tocando a degüello, para repartir entre todos aquellos hideputas unas buenas estocadas.
Pero
lo malo de calentarse, es que cuando ya lo estás, cualquier jubón
sirve para mantenerte caliente, y acabas acordandote de que el Rey de Marruecos
tiene un hermano Europeo -¿o era tío?- y que bien podría
éste bajarse del telesilla e interceder ante aquel a fin de favorecer
los intereses de sus marineros. Que después pasa lo que pasa, y
a estos parientes les jode que la Historia apode a uno "el Hermoso", a
otro "El Hechizado" y quién sabe si a un tercero "El Esquiador",
por la acumulación de meritos durante su mandato. Pero este último
párrafo no me lo tengan en cuenta, que ha sido debido al calentón
y he de reconocer que es "monárquicamente incorrecto".