Yo quiero ser ilegal
Supongo que ustedes también han oído la historia de Recoba. Un futbolista del Inter de Milán al que pagan 1.400 millones al año. Pues el tal Recoba, uruguayo de nacimiento, había obtenido un pasaporte comunitario merced a un supuesto bisabuelo canario, pero resulta que por lo visto la documentación que el fulano presentó a tal fin era más falsa que un billete con la efigie de Mortadelo, así que resulta que era ilegal, y como comprenderán el angelito estaba asustadísimo porque podía ser deportado en cualquier momento. Ignoro qué ha pasado al final y si los carabinieri andan buscándolo como locos por Milán, pero ya he dicho que estoy convencido, con esas condiciones yo también quiero ser ilegal, que me digan donde hay que apuntarse. Nos ha jodido. Y seguro que usted, usted, y el de más allá. Y los que están encerrados en las iglesias ni les cuento. Esos con una con una milésima parte de lo que cobra el tal Recoba ya se darían con un canto en los dientes. Y es que hay formas y formas de inmigración, porque no me vayan a comparar el caso de Recoba y el de otros tantos compañeros suyos, que esos sí que prestan un servicio útil a la sociedad, y no los otros, que a ver que hacen, ya ven recoger brocoli, que a ver quien coño come brocoli en este país. Por eso a los primeros hay que darles papeles y visados a punta pala y a los otros no. porque en España no es que estemos en contra de la inmigración, porque mira si en la Costa del Sol no hay inmigrantes, especialmente en Marbella, donde ahí hay inmigrantes como Dios manda, como Kasoggi y Al Nasser, y no como los otros, que son delicuentes que por menos de nada te sacan la navaja. Es como decía el otro día el Ministro Aparicio, con esa carita de prior benedictino que Dios le ha dado, que alguna responsabilidad tienen que tener los países desde los que vienen en el asunto. Pues claro, si la culpa la tienen ellos, por ser pobres y tercermundistas, los gilipollas. Con lo cachi que es ser un país desarrollado y ellos venga, empeñados en ser pobres.
Y encima es que no veas como son y con que exigencias vienen encima. Menos mal que aquí hay personas dispuestas a abrirnos los ojos, como por ejemplo hizo el otro día Marta Ferrusola, la esposa del Honorable presidente Pujol, cuando en una conferencia dijo que "ahora viene todo un alud de inmigración pero con un pequeño handicap. La gente que vino hace 50 años era una gente con el mismo tipo de cultura y con el mismo tipo de religión, en cambio la que viene ahora no. Son personas con una cultura muy diferente y sobre todo con una religión muy diferente, con unas imposiciones muy diferentes. Ellos quieren que aquí que se les tenga en primer lugar su religión, que comporta una forma de comer diferente. (...) Nosotros como personas debemos estar abiertos. Pero, claro, esto de las imposiciones es una cosa muy fuerte porque dentro de diez años quizás la iglesias románicas no servirán, servirán unas mezquitas". Eso fue lo que dijo la señora - ignoro si igual, más o menos de Honorable que su marido -. Y tiene toda la razón, por supuesto, faltaría más. pero, bueno, a ver que es lo que va a ser esto. Por eso y para que vean mi buena voluntad le ofrezco a la señora Ferrusola unas sugerencias. Por ejemplo los inmigrantes deberán dejarse de cuscús y tonterías y deberán incluir en su dieta platos tan sabrosos como el pá amb tumaca y la butifarra, y eso de que son musulmanes y no pueden comer cerdo se acabó. Nos ha jodido aquí el Mustafá, o el Abderramán - el cual, por cierto, deberá pasar a tener un nombre más normal, como Jordi o Miquel - . Si bien seguirán trabajando de sol a sol recogiendo brocoli o lo que carajo recojan lo harán provistos de su barretina. Después del trabajo deberán asistir a clases de catalán y sardanas, y no me venga con que entonces cuando duerme. Y en las fiestas como el ramadán en lugar de lo que hagan deberán levantar preciosos castellets que queda muy bonito - y que en prueba de buena voluntad dejaremos que miren hacia La Meca. Y para que quiere usted una mezquita teniendo la Sagrada Familia que es preciosa.
Por
supuesto que para que no se ofendan las demás nacionalidades de
este país tan plurinacional, plurimorfo y plurilingue la situación
deberá extrapolarse a las demás reginones, sustituyen do
la butiffara por marmitako, lacón con grelos, callos a la madrileña
, gazpacho o papas arrugás con mojo picón ; el catalán
por euskera, gallego, valenciano, guanche o silbo gomero y las sardanas
por aurreskus, muñeiras, jotas o sevillanas . Y así tendremos
una inmigración que te pasas y de mucho nivel, Maribel. A ver, como
tiene que ser. Pero que se habrán creído.