Oido al correcaminos
Ah! si, también cuenta cuenta con la permanente complicidad de un Hacedor tramposo, que cuando la celada es perfecta, la planificación exacta y el resultado inevitable, es capaz de modificar todas las leyes del universo conocido y alguno que otro desconocido (entra por paneles pintados, desafía con exito la ley de la gravedad, etc.) con tal que el muy mamón salga de rositas mientras nuestro amigo se lleva las suyas y las del pulpo. Pues bien en este pais antes llamado España que nos toca vivir, proliferan los correcaminos que con un master en administración de la Cosa y otro en yespikinglís bajo cada brazo, y con el amiguimismo, la corrupción, las comisiones, el chanchullo y el pelotazo por bandera, están haciendo patio de Monipodio de esta vieja piel de toro, con la complicidad del Hacedor de turno, mire usté.
Mientras
los coyotes, como la fiel infantería a aguantar los chuzos que caen,
que españavabien, para unos más que para otros, esperando
la conjunción de los astros, la Mayor de las casualidades, el día
de suerte, para hincarle el diente a las jugosas carnes del jodío
pajarraco y despues a rezar, no vaya a ser que lo de las vacas locas también
afecte a los correcaminos. Lo dicho odio al correcaminos.
Haddock. Febrero de 2001