PRESENTACIÓN
DE EL PINTOR DE BATALLAS EN CÁDIZ (14.05.06)
por Burnel
Amaneció un día espléndido, no
muy habitual en las frecuentes visitas de APR. Un sol de justicia y un
escenario sobre todo, bonito. El Baluarte de
Pero volvamos al patio Central de
Guapo hasta decir basta. Y un
inusual buen aspecto teniendo en cuenta el desgaste al que se somete cuando
estamos de gira del bombero torero. Chaqueta azul,
camisa celeste e impecable pantalón vaquero. ¡Hay que ver como cuelga este
hombre unos vaqueros!. Cinturón marrón y zapato de
cordones marrón. Guapo-guapo, gallinitas.
Me pertrecho, como siempre de todos los avíos
para poder contar luego. Y con la sala abarrotada se nos presenta con el
agradecimiento y la certeza del cuarto de millón largo de libros vendidos
hablando de pintura, y con la confianza plena de sus lectores
independientemente de si el libro es bueno o es malo.
Nos hablan del escenario de la novela, de los
símbolos dentro de ella…
“Por primera vez en mi vida he querido contar
algo más que una historia: he querido dar una visión del mundo. Un día descubrí
que me iba a morir. Yo formo parte de un procedimiento cósmico, una gotita en
un océano cósmico de desolación. Con la certeza de que tengo muy poco tiempo
para amar, para crear… La caída del avión, asumir las reglas impecables y
dolorosas del mundo. Ante eso, queda el amor, la dignidad, la cultura, el
arte…”
“Nadie envejece, nadie se arruga, a nadie se
le caen las tetas… Volvamos a los abuelos para
intentar comprender”.
“Si vamos a ir de todas formas al carajo, pase ud. primero”
“El hombre debe sentirse orgulloso por los
amigos que se dejarían matar por él o las mujeres por las que tú te dejarías
matar”
Y, en medio de estas notas, aparece Salva.
Aparece Salva y su apartado en iCorso sobre El Pintor
de Batallas”. Como ya os conté, me quedé petrificada. No salía de mi asombro.
Era algo que no esperaba ni esperábamos, ante una sala abarrotada de público,
Óscar recomienda que, ante una posible relectura del libro, no dejemos de
pinchar el apartado creado por Salva, “un chico gallego del que no se tiene
certeza real de que sea gallego”, en iCorso. Y ante
la abrumadora certeza de que ambos, Pa y Topo, están
alabando públicamente el trabajo bien hecho, solo te queda la opción de cerrar
la boca, que previamente se te ha quedado abierta y desencajada, y esperar
pacientemente a que tu cerebro vuelva a coger el hilo. Y cuando ya lo tienes
pillado piensas en el momento en que vas a coger el celular y se lo vas a
contar a tu carnal, pese al riesgo de que piense que es una broma pesada pero
habitual, y te mande lejos, muy lejos… Y tarde unos minutos en reaccionar y en
pronunciar una palabra. Y cuando toda esta película pasa por tu cabeza, te das
cuenta que llevas un buen rato sin coger ni una puta nota. Y rezas para que al
día siguiente salgan buenas crónicas en la prensa, como así fue.
Y cuando te enfrentas a un folio en blanco y
sabes perfectamente que estás haciendo una crónica para tus amigos con un
retraso de quince días, te preguntas ¿y qué les cuento yo de nuevo? Canalillo y
pirula. Nuevas voces en