El
horror forma parte de nuestra realidad |
Domingo, 22 de enero de 2006
El escritor habla de su nueva novela.
MADRID (EFE).- El escritor español Arturo Pérez-Reverte se aleja de la aventura y la acción para reflexionar sobre la condición humana, el arte y la ciencia y contar una historia "dramática, terrible y desoladora" en su nueva novela, "El pintor de batallas", que aparecerá en marzo en América y en España.
"El hombre moderno está en un error gravísimo cuando cree que el horror está limitado a la guerra o a ese barrio marginal donde violan y matan. El horror forma parte de nuestra realidad cotidiana y el hombre está continuamente bajo su bota. Frente al horror, no hay solución posible; sólo cabe el consuelo", afirma el escritor . Pérez-Reverte dice que esta novela es muy compleja y no podría haberla escrito a los 30 o 40 años. Ahora, a los 54, ha podido enfrentarse a esa realidad que recrea en la novela porque dice que para hacerlo necesitaba una biografía, una manera de ver el mundo y la vida. "Nada de cuanto hay en esta novela me lo han contado. Está hecha de lecturas, pero, sobre todo, está hecha de vida", afirma el escritor, quien en su nuevo libro ha procurado no tomar partido y huye de dramatismos efectistas porque así lo requiere la historia, narrada, según él, con un lenguaje muy frío.
Antes de dedicarse de lleno a la escritura, Pérez-Reverte fue corresponsal de guerra (de 1973 a 1994). Esa experiencia le ha venido bien para construir el personaje principal de "El pintor de batallas", Andrés Faulques, un fotógrafo de guerra que recorre el mundo buscando "la imagen definitiva" y "la regla oculta que ordena la implacable geometría del caos". Después de 30 años, Faulques comprende que con la fotografía nunca conseguirá lo que busca y se retira a un torreón abandonado de la costa española (por primera vez en una novela de Pérez-Reverte los lugares son imaginarios) a pintar un inmenso mural que resuma su propia experiencia y veintiséis siglos de iconografía bélica. "Faulques intenta pintar la foto que nunca pudo hacer", dice el escritor. Un día, recibe la visita inesperada de Ivo Markovic, un viejo soldado croata al que Faulques, sin pretenderlo, había inmortalizado en una fotografía. La foto, que se convirtió en símbolo de todos los soldados de todas las guerras, acarreó las mayores desgracias al soldado y su familia. Markovic llega al torreón, decidido a ajustar cuentas.
Con esos personajes y con el recuerdo de una mujer muerta -Olvido Ferrara- amante de Faulques y experta en arte, Pérez-Reverte construye esta novela. El escritor y académico de la Lengua dice que "El pintor de batallas" no es una novela sobre la guerra, aunque los enfrentamientos bélicos, como sublimación del caos, tiñen de sangre parte de las 300 páginas del libro. Es una novela sobre el dolor y la crueldad, según señala el novelista. En "El pintor de batallas" hay reflexiones sobre el arte "como manipulación de la realidad, como enigma y como guía", y las hay también sobre la ciencia. "La idea de la novela es que el azar es cuestionable. Todo en el universo responde a una arquitectura cósmica, por decirlo de alguna forma. De ahí a decir «Dios» nada más que hay un paso, pero no: esto no tiene nada que ver con Dios; está en la naturaleza de las cosas, no es una inteligencia superior", añade.
Ana Mendoza .