IX Festival de Málaga 2006: Una historia de piratas

 

Miércoles, 22 de marzo de 2006

 

El cine se vuelca en el mundo literario de Pérez Reverte. Tras 'Alatriste', Imanol Uribe adapta 'La carta esférica', protagonizada por Carmelo Gómez

TEXTO: PURI LUCENA / FOTOS: SALVADOR SALAS / MÁLAGA

 

COMPAÑEROS. Los actores Carmelo Gómez e Imanol Arias, de charla junto al productor Antonio Cardenal.

 

Hace cinco años, Arturo Pérez Reverte publicó la que, por aquel entonces, era su última novela. Un director de cine la leyó de un tirón al día siguiente. Al cerrar el libro hace una llamada: «Este libro es un proyecto para cine estupendo y estoy interesado». La cosa se queda ahí.

 

Hace dos años hubo una nueva llamada. Esta vez es el escritor quien se dirige al director. «Oye, Imanol, ¿tú no estabas interesado en hacer 'La carta esférica'?» Finalmente, ayer Imanol Uribe presentó el proyecto, que se empieza a rodar en agosto con Carmelo Gómez como protagonista. Uribe describe la película como una historia romántica de aventuras, el relato de un marinero y una pérfida sirena. El reto que se plantea es dotar a este relato sobre buscadores de tesoros con un lenguaje innovador en el campo de las cintas de aventuras.

 

Financiar a un amigo

 

Con medios para ello va a contar. Producida por Iñigo Marcos y Antonio Cardenal, productor también de la adaptación de Pérez Reverte 'Alatriste' (dirigida por Díaz Yanes), contará con un presupuesto de 4,5 millones de euros. No es la primera vez que Cardenal trabaja con Uribe ya que además de ser amigos, colaboraron en 'Luna Negra' y 'Bwana'. Javier Aguirresarobe, también habitual en las cintas de Uribe se encargará de la fotografía.

 

Aún no hay sirena para Carmelo Gómez, aunque Tánger, el personaje femenino está a punto de tener rostro. Gómez está encantado con su papel, que definió como «un milagro». Ni siquiera leyó el guión para decirle sí a Uribe. El actor está tan implicado en el proyecto que va a tomar un cursillo de buceo para poder hacer las escenas submarinas él mismo. Igual no tenía que irse muy lejos. Y es que, como comentó divertido, «siempre que vengo a Málaga, y ya van cuatro veces, llueve. Si quereis, vengo más a menudo... o dejo de venir».