“El
capitán Alatriste es un espejo de lucidez para mí” |
Emma Rodríguez | Madrid
Actualizado miércoles 26/10/2011 16:12 horas
El
capitán Alatriste se ha ganado a pulso un lugar
privilegiado en el territorio de las letras y en el corazón de lectores de todo
el mundo. Las cifras no mienten: múltiples traducciones y unos cuatro millones
de ejemplares vendidos entre España y América Latina demuestran que el héroe de
Arturo Pérez Reverte está ganando una ardua batalla, la de seguir atrayendo a
un público numeroso que aún disfruta de los placeres de los libros pese a los
cantos de sirena de las nuevas tecnologías.
'Mucha gente
está comprendiendo lo que sucedió en este país en el siglo XVII gracias a 'Alatriste'.
Como mediador se
encuentra el mismísimo Quevedo en su perfil de hombre de acción. "Para mí
Quevedo es, junto con Cervantes, el más grande de nuestras letras. Ambos nos
aproximan con extraordinaria y amarga lucidez al espíritu español", señala
el autor.
15 años de Alatriste
15 años después
de su nacimiento, pese a haber sobrevivido a todo tipo de intrigas y horrores,
'Alatriste' mantiene intacto su particular código del
honor, sigue apreciando la amistad y no se arredra ante los obstáculos, pero
está más cansado y debe afrontar, entre otras cosas, el relevo de la nueva
generación que viene pujando, la que representa el joven Íñigo
Balboa.
"Es lógico.
Ha pasado el tiempo y el personaje ha ido evolucionando, igual que me ha pasado
a mí y a todos", señala el escritor y académico. "Pero en lo esencial
se mantiene firme. Se trata de un héroe de carne y hueso, que viene del pasado,
pero que se identifica con los lectores de hoy por su mirada amarga y
desencantada ante la realidad".
Si algo llena de
satisfacción a Pérez Reverte es esa complicidad con sus seguidores. "No se
puede imaginar la presión que hay para que prosiga la serie. No sabe cuánta
gente, de todas las edades, niños de 15 años y ancianos de 80, hombres y
mujeres, me escriben haciéndome saber que están esperando nuevas
aventuras", asegura.
Si de algo está
convencido es de que la saga de 'Alatriste' no es
sólo un divertimento sino una manera de acceder a
Si algo tiene
claro es la interacción que existe entre él y su héroe. "Mientras yo lo
escribo él me escribe, es así de simple. Yo le voy poniendo mi mirada, mi
experiencia, mi edad, mis años, pero él también me va modificando a mí. Es como
un espejo de lucidez, un amigo silencioso que me obliga a mirar mejor, a
reflexionar más".