APR acerca al lector del siglo XXI 
  su personal visión de la 
  batalla de Trafalgar
           
           
                     
(Artículo publicado en "ABC". 16 Diciembre
  de 2004) 
           
           
                 
   
     
       
           
      
           
   El Hotel Alfonso XIII nunca respiró tanta literatura como ayer. 
La ocasión no era para menos porque el Aula de Cultura de ABC cerraba
 sus actos del año 2004 con la presentación de la última
 novela de Arturo Pérez-Reverte, «Cabo Trafalgar» (Alfaguara).
 Minutos antes de que apareciera el escritor de Cartagena, el salón
 del hotel Alfonso XIII estaba lleno de expectantes seguidores del autor
de  las aventuras del Capitán Alatriste. Pero si había algo
que  se respiraba más profundamente, esto era la camaradería
y la  amistad, porque Pérez-Reverte tiene una auténtica legión
 de amigos que nunca se pierden los eventos que el escritor protagoniza en
 Sevilla.
  
  Precisamente el director del Aula de Cultura de ABC, Fernando Iwasaki,
comenzó  la presentación del acto haciendo una semblanza de
la obra de PérezReverte  en una disertación titulada «La
épica de la amistad».  Para el colaborador de ABC, la obra del
autor de «La piel del tambor»  es una “exaltación de la
amistad un homenaje a sus amigos. Su mayor  tesoro es el vasto número
de amigos que sólo hablan maravillas  de su persona”.
  
  Terminadas estas elogiosas palabras saltaron a la palestra los tres mosqueteros
 de las letras españolas: Arturo Pérez-Reverte, Juan Eslava
Galán y Rafael de Cózar. A partir de entonces comenzó
un turno de intervenciones tripartitas que dieron un repaso a la última
novela de Pérez-Reverte. ,
  
  Para Eslava Galán, lo más sorprendente de «Cabo Trafalgar»
 es el registro que ha empleado su autor, ya que «es un registro muy
 distinto al de otras novelas pues se usa un lenguaje de la gente de Cádiz,
 gente sencilla de la calle. En este sentido Pérez-Reverte señaló
 que su principal intención a la hora de escribir esta novela ha sido
 la de contar «una batalla de principios del siglo XIX a un público
 de ahora». Por ello el escritor murciano huyó de lo que había
 hecho Pérez Galdós en su novela «Trafalgar» para
 hacer una obra «creíble». A este respecto, Pérez-Reverte
 ha buscado un lenguaje técnico y muy riguroso que convive con un
lenguaje  callejero. Incluso llegó a consultar un diccionario del
habla de Barbate.  El lenguaje marinero es también importante en la
novela porque el autor ha pretendido que desde el principio el lector se
haga una idea de lo que era navegar en un barco del siglo XIX.
  
  Según señaló Rafael de Cózar en un momento
de  su intervención, la terminología técnica que Pérez-Reverte
 emplea en su última novela es un acierto, porque «el esfuerzo
 que realiza el lector hace que llegues a identificarte con lo que se cuenta».
 Asimismo elogió el papel que tienen algunos personajes de la novela
 como «Marrajo», que juega un rol esencial en la trama.
  
  Otro de los aspectos interesantes de la novela de Pérez-Reverte, 
a juicio de Eslava Galán, es el reflejo que existe del género
 de la relación, que se empleó en la literatura hasta el siglo
 XVIII y que contaba un suceso que acontecía. «La novela está
 a mitad 
  camino entre la relación y la creación». Igualmente 
el autor de «En busca del unicornio» señaló que 
Pérez-Reverte se ha documentado más que Galdós a la hora
de escribir esta novela y además resaltó su faceta como navegante.
  
  Para Arturo Pérez-Reverte es esencial la labor de documentación
 a la hora de acometer una novela. A este respecto puso a colación
la última obra de García Márquez que a su juicio posee
un par de errores de documentación: «Yo me levanto continuamente
 para consultar libros y muchas veces me quedo una tarde leyendo cosas para
 escribir una sola frase». Además señaló que «todo
 lo que no es útil para la acción sobra».
  
  Otra de las cosas que se resaltaron de la última novela de Pérez-Reverte
 es que es mucho más corta que sus últimas obras, aunque más
 intensa. Sobre este aspecto Juan Eslava Galán comentó que
«desde  la primera página el lector se mete en la batalla de
Trafalgar».  Asimismo resaltó que hay otras partes de la novela
en donde no hay  batalla, «pero te enteras de cuestiones sociales e
históricas».
  
  Los tres escritores disertaron también sobre el concepto de novela
 histórica, que para Pérez-Reverte tiene dos vertientes: la
novela que describe una parte de la historia (Walter Scott), y la que usa
la historia como pretexto para entender mejor un suceso. «Yo quería
contar que han pasado dos siglos desde la batalla de Trafalgar y que seguimos
siendo tan incompetentes, cutres y casposos como antes».
  
  Por su parte, Rafael de Cózar señaló que esta novela
 es más una «historia novelada que una novela histórica».
 Además subrayó el elemento ético como uno de los ingredientes
 básicos de esta obra, algo que ya apuntaba el autor murciano en su
 novela «La reina del sur».
  
  Finalmente, Perez-Reverte señaló la heroicidad de los navegantes
 de los siglos pasados porque «cuando yo voy en barco me doy cuenta
de lo arriesgado que es navegar y ahora tenemos muchos más adelantos»,
 afirma.
  
  Una de las partes más interesantes de la tertulia de Pérez-Reverte,
 Rafael de Cózar y Eslava Galán fue la que sirvió como
 recordatorio del Quijote, ahora que se van a celebrar los actos conmemorativos
 del cuarto centenario de la publicación de su primera parte. Para
Eslava Galán, el Quijote es una novela «plagada de defectos,
pero es la novela». Asimismo comentó que un novelista se forja
«leyendo mucho y viviendo mucho», dos cosas que hizo Cervantes.
Además el autor jiennense señaló que el escritor español
no era consciente de lo que había hecho. Para Arturo Pérez-Reverte
 el Quijote es un libro crudelísimo que se lee «con una mueca
 amarga. Te queda siempre el fondo de la amargura». Por todo ello este
 escritor señaló la visión pesimista de Cervantes, algo
 que también se muestra en sus novelas. Juan Eslava comentó
que hay un documento muy curioso en el Archivo de Indias en donde se le de
niega a Cervantes la posibilidad de ir hacia América, después
de haber realizado una importante carrera militar en Italia. Asimismo, Pérez-Reverte
 subrayó la injusticia y el olvido que ha habido en España
con  los escritores del Siglo de Oro.
  
  
      
      ANDRÉS GONZÁLEZ-BARBA
        
    
                       
