“Aquí, hasta las victorias las convertimos en derrotas”

 

Martes, 11 de diciembre de 2007

 

11.12.07 - C. C.

 

-El Dos de Mayo es el episodio más manipulado de la historia de España, ha dicho usted. ¿Teme que vuelva a serlo con motivo del segundo centenario?

-No lo temo. Esto es España. Estoy seguro de que sucederá. Habrá lecturas de todo tipo, intentos de manipulación desde todos los ángulos y cada uno hablará de su guerra. Frente a eso, el único dique es el de la formación, y lo sería también que hubiera unos actos informativos serios, que permitieran al público acercarse a lo que pasó y cómo fue. Pero en esta España desmemoriada y analfabeta habrá pocas instituciones con conocimientos y decisión para hacerlo. Desde luego, cuando uno mira a la cara a Zapatero y Rajoy, a Blanco y Acebes, duda mucho de que sepan de qué estamos hablando.

 

-El lenguaje aquí no está lleno de bromas y anacronismos, como en Cabo Trafalgar.

-Tenía que ser más serio precisamente por lo manipulado que ha estado este hecho. He pretendido que el lector tuviese la impresión de que una cámara de televisión había ido recorriendo calles y plazas y grabando todo. La ventaja es que hay muchos testimonios de aquel día.

 

-Hay influencias de libros como Diario del año de la peste o Diez días que estremecieron al mundo...

-Cuando me puse a escribir me planteé cómo hacerlo, y claro las influencias de Defoe y Reed están ahí. Y también la de Cornelius Ryan.

 

-Trafalgar, Rocroi, Dos de Mayo. ¿Se está especializando en derrotas?

-Es que la Historia de España es una continua derrota, qué se le va a hacer. El problema es que todo país inteligente saca provecho de ellas, aprende la lección. Nosotros no lo hacemos, y eso termina por afianzar justo aquello que nos ha conducido hasta el desastre. Yo sí quiero reflexionar sobre ello. El Dos de Mayo es una derrota que nos lleva a una victoria que terminará finalmente en derrota. Aquí hasta las victorias las convertimos en derrotas.