“El
2 de Mayo y la Cultura” |
Sábado, 26 de Abril de 2008
Madrid, 2 de mayo 1808-2008. Un pueblo, una nación
"Se indignaron con la afrenta y se sublevaron ante nuestra fuerza corriendo a las armas. Los españoles en masa se condujeron como un hombre de honor". Con esta frase de Napoleón Bonaparte, el escritor y miembro de la Real Academia Española, Arturo Pérez Reverte, inauguraba la exposición 'Madrid, 2 de mayo 1808-2008. Un pueblo, una nación', expuesta en el Centro de Exposiciones Arte Canal, de la que es comisario. Una muestra que, según explicaba ante la presencia de multitud de personalidades como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el presidente del Canal de Isabel II, Ignacio González, es una "intensa recreación histórica a modo de túnel. Un relato audiovisual intenso repleto de sorpresas y sensaciones". Una opinión compartida por Esperanza Aguirre para la que la exposición es una oportunidad para el visitante "de viajar en el tiempo".
La exposición está concebida como un recorrido cronológico por el 2 de mayo de 1808 desde el amanecer hasta la madrugada del día 3. Momento en el que se produjeron los hechos descritos por Goya en 'Los fusilamientos'. Y es que "en mayo de 1808, Francia era dueña de Europa. Napoleón Bonaparte dominaba la mayor parte del continente y los ejércitos imperiales eran la fuerza militar más poderosa de su tiempo. La debilidad de la monarquía española hizo concebir al emperador francés el proyecto de arrebatarles del trono. El emperador creía que el pueblo español, arruinado, inculto, privado de reyes y gobierno, aceptaría la nueva situación. Se equivocaba..." Estas palabras de Arturo Pérez-Reverte describen la situación que reinaba en España antes de que se produjera el levantamiento del 2 de mayo. De abril a mayo de 1808 se despertaron los primeros recelos de los españoles contra las tropas francesas, que ya ocupaban la península Ibérica. En Madrid preparaban el golpe final.
El lema 'Un pueblo, una nación' pretende señalar una de las características fundamentales del levantamiento de este 2 de mayo de 1808: que la sublevación fue popular. Y es que, como se puede leer en uno de los paneles de la muestra, "los que salvaron a España fueron los ignorantes, los que no sabían leer ni escribir" -en palabras de Ángel Ganivet-. El peso del combate recayó sobre la gente humilde, que se batió sin mandos ni organización. Al saberse al día siguiente lo que había sucedido, la nación entera se levantó en armas marcando el inicio de los acontecimientos que desembocarían en la Guerra de la Independencia española. La exposición pretende que el visitante reviva esta jornada. Para ello, el recorrido por los escenarios principales del 2 de mayo de 1808 se realiza tanto en el espacio como en el tiempo.
La exposición se desarrolla en siete ámbitos, precedidos de un 'prólogo'. En concreto, en esta parte de la muestra se proyecta una proyección cúbica a cinco caras en pantallas de grandes dimensiones situadas en las cuatro paredes y en el techo. Para hacer posible este audiovisual se ha instalado un cubo en la explanada exterior del Centro de Exposiciones Arte Canal. El segundo ámbito está basado en los 'antecedentes'. Napoleón Bonaparte dominaba la mayor parte de Europa e influía decisivamente en los asuntos de España. Pretendía sustituir la familia real española por su hermano, José Bonaparte. Sin embargo, al intentar trasladar a Francia a sus últimos miembros el pueblo de Madrid se echó a la calle para evitarlo.
El segundo ámbito de la muestra refleja precisamente esa 'insurreción', donde el pueblo de Madrid, en especial gente humilde, se echó a la calle y se iniciaron combates en distintos puntos de la ciudad.
Ya en el tercer ámbito, 'la ofensiva francesa' se refleja cómo las tropas francesas, dirigidas por Murat, iniciaron la represión para reinstaurar el orden en las calles de Madrid. De ahí, que se produjeran duros combates entre los madrileños y los militares. 'La guerrilla urbana' es el cuarto ámbito de esta exposición. En esta parte los visitantes podrán recordar cómo se luchó en distintos puntos de la ciudad. Ante las armas del ejército francés, el pueblo se opuso con navajas, escopetas, trabucos, pero también con objetos de distinta índole como tejas, piedras, agua hirviendo... El siguiente paso de la expisición es el 'último reducto'. El último lugar de Madrid en ser dominado por las tropas francesas fue el parque de Monteleón, donde se habían atrincherado varias partidas de paisanos con los capitanes Luis Daoiz y Pedro Velarde, a quienes habían convencido de que se unieran a la lucha.
Ya en el 'Paisaje después de la batalla' los espectadores podrán comprobar cómo la represión francesa fue cruel e implacable. Las ejecuciones se sucedieron por todo Madrid, a lo largo de la tarde y la noche. Una de las más conocidas fue la que representaría Goya en su cuadro “Los fusilamientos”. Finalmente, el último ámbito de la muestra está basado en la 'memoria'. La jornada terminó en un baño de sangre. Una lista de 409 muertos españoles, con nombres y apellidos, da testimonio de ello. Al día siguiente, al conocer los sucesos, se movilizó la nación entera, iniciándose así los acontecimientos que desembocarían en la Guerra de la Independencia. Por tanto, y como no podía ser de otra forma, la circulación por los ámbitos no es aleatoria sino que el visitante debe seguir un itinerario preconcebido.
En todos estos ámbitos, el visitante encuentra piezas históricas originales -navajas, armas, uniformes...- y reproducciones de otras aunque la intención de la exposición no es mostrar objetos históricos sino relatar los hechos con un fin eminentemente didáctico. Las piezas provienen de distintos museos españoles y franceses como el Musée de l’Armée, Musée de l’Empire, Museo Naval, Museo Lázaro Galdiano, Museo de Historia de Madrid o el Museo del Ejército.
Pérez Reverte
Arturo Pérez-Reverte ha contado con un importante equipo de colaboradores que han pretendido reflejar la parte histórica y militar de los hechos acontecidos en esas horas del 2 y 3 de mayo. Así, han participado el vicecomisario de la muestra y teniente coronel, José Manuel Guerrero; Jesús María Alía Plana, doctor en Historia del Arte; y Gala Lázaro Mur, historiadora del Arte.
El diseño expositivo es obra de Félix Murcia, uno de los más importantes directores de arte del panorama cinematográfico español, premio Nacional de Cinematografía (1999) y poseedor de cinco premios Goya. El diseño gráfico es obra de Manuel Estrada, uno de los diseñadores gráficos más reconocidos dentro y fuera de España.
La exposición, organizada por la Comunidad de Madrid y el Canal de Isabel II, podrá ser visitada hasta el 28 de septiembre con horario de lunes a domingo de 10.00 a 21.00 horas. El precio de la entrada general es de 6 euros, y 4 euros para niños menores de 12 años, mayores de 65 años, estudiantes y familias numerosas.