“Pérez-Reverte narra estallido español contra Napoleón"

 

Martes, 11 de marzo de 2008

 

Llega a Chile la novela del best seller español que cuenta, con buenas dosis de documentación, la rebelión en la España invadida por Napoleón. Contra el mito instalado en el imaginario, el libro cuestiona la gloria de su propio pueblo.

 

Víctor Valenzuela

 

A partir de esta semana se encuentra disponible en el país Un Día de Cólera, el último libro de Arturo Pérez-Reverte (56), quien narra con agilidad y buena documentación uno de los días más sangrientos de la historia española: el 2 de mayo de 1808, en plena invasión francesa, los madrileños desafiaron a 30 mil hombres del ejército de Napoleón. Pero estaban desarmados.

 

Así, una turba popular expresó su rabia con palos, navajas, piedras y lo que tuvieran a mano. El resultado respondió a la lógica de los enfrentamientos desiguales: mil españoles tiñeron de rojo los charcos que la llovizna nocturna había dejado en las calles.

 

Uno de los aspectos que más ha llamado la atención de este nuevo libro de Pérez-Reverte, uno de los autores más populares en nuestra lengua, es la capacidad para cuestionar los mitos de heroísmo y gloria que flotan en el imaginario cultural español.

 

“No fue un día glorioso, ha dicho el propio escritor, quien también ha subrayado que no fue Madrid entero el que se alzó contra el invasor: Se rebeló sólo el pueblo bajo, pero la burguesía y las clases altas se quedaron en casa porque temían más al populacho que a los franceses”.

 

Pérez-Reverte, que trabajó 21 años como corresponsal de guerra, también ha dicho que este es un período de la historia de España que conoce bien. De hecho, no es primera vez que escribe sobre la Guerra de Independencia de su país (1808-1814): El Húsar (1986), La Sombra del Águila (1993) y Cabo Trafalgar (2004) responden a la misma temática.

 

Si Mario Vargas Llosa dijo en Cartas a un Novelista que el escritor inventa ficciones que en su propio mundo no pudieron existir; entonces Pérez-Reverte realiza un gesto inverso: Un Día de Cólera está compuesto sobre la base de informes militares, crónicas y memorias de personas que sudaron y se desangraron en las veredas de Madrid ese 2 de mayo.

 

Porque el escenario del relato es el centro de Madrid, con sus calles descontraladas, el aire cortado a navajazos y el sudor frío del miedo y el descontrol. Es el clima que, de seguro, el novelista experimentó en las calles de Beirut, Sarajevo o cualquier otro sitio que visitó cuando era corresponsal de guerra.

 

“He querido eliminar adjetivos, contar los hechos en vez de calificarlos. Mi intención es que se sienta la acción, ver cómo corría la gente en la calle. Por eso no aparecen palabras como glorioso o heroico”, ha dicho el autor.

 

Con más de 400 páginas, Un Día de Cólera no tiene un protagonista, sino muchos protagonistas. Son los sujetos anónimos que no figuran en los libros de Historia con mayúscula, pero que ahora pasan a engrosar las filas de la literatura.