Por Rafael de Cozar Sievert
Rafael de Cózar,
sí; yo soy quien reza
en esta nueva entrega de Alatriste,
de la España inferior que ora y embiste
cuando se digna usar de la cabeza.
Y nunca mejor dicho, y con firmeza
reconozco en mi frente el ornamento
con que cubro con creces mi sustento,
a la par que comparto la belleza.
Si brindo en la taberna, en buena hora
de vino yo me bebo litro y cuarto
porque sé que el gran Rey Felipe Cuarto
se encarga de atender a mi señora.
Mas sepan que no soy consentidor,
ni marido "giloso" ni ofendido:
Las razones de Estado me han vencido,
por no estar para lances mi valor.
Alatriste y el Rey son las razones
de Estado que presento en mi defensa.
Al no poder con ellos, no hay ofensa,
y el honor me lo guardo...... en los bolsillos.
Si es esta mi verdad, les aseguro
que con Lope, Quevedo y Calderón
yo me siento muy feliz en la ficción
de este libro del nuevo rey Arturo,
Me queda por hacer la aclaración,
con la cual finalizo mi escritura:
que no es mi actual mujer la que figura
en brazos del amarillo jubón.
De aquellas que recuerdo en mi andadura,
o fue Bassinguer, o es Sharon Estón,
pues la actual es de buena catadura
y el príncipe Felipe no es ligón.
¡Qué mi gloria la forje la lectura
y que pasen ustedes de un millón!