Sobre la Tripulación Sanders os puedo contar lo que conozco de “memoria histórica” pero no sobre datos fidedignos, eso lo dejo para más de un “ratón de biblioteca” que, seguro, sabrá mas que yo del tema.
Bueno pues cuando llegué a través de “La carta esférica” a donde nombraba por primera vez a la tripulación Sanders, me dio el “flash” –esto es una metáfora- me dije. –La tripulación en sí no son Coy, Torpedero Tucumán y el gallego Neira, de eso estoy segura-. Tampoco le terminaba de ver la relación con “La costa desconocida” de Patrick O’Brian (aunque no dudo que alguien se la encuentre). Pero bueno y ¿por qué?.
Vueltas y más vueltas a la cabeza, (soy el despiste con patas, como ya he dicho muchas veces) me hicieron llegar, con la memoria, al cuarto de estar de mi casa familiar, a mi infancia, cuando era pequeña y esos cuadros colgados en la pared que a mi tanto me llamaban la atención, con esa panda de marineros borrachos y mujeres pechugonas, en una esquinita estaba harta de ver, en pequeñito un nombre....... Sanders.
Rápidamente, me fui a casa de mis padres y así, a bocajarro, les espeté: -¿dónde están las litografías de la Tripulación Sanders?-
Hubo exclamaciones de todo tipo, abrir y cerrar de armarios y cajones a velocidad de vértigo pero al final, allí estaban. Me produjo una cierta sensación de placer, como la que encuentra “un duro antiguo en la playa de La Caleta”.
Por fin, estaba ante mi aquel tesoro, que se había quedado en un rincón de mi memoria y que, como a Tánger Soto, sólo hizo falta un cliqueo para mover el resorte. Pero claro, no iba a ser tan egoísta de no compartirlo con mis amigos foreros....
Pregunté, previamente, cómo llegaron esas láminas a mi casa. Veamos. El simbolito azul y blanco que veis en casi todas, mejor identificarlo en la lámina donde aparecen torpedeando con latas de pintura, pertenece a eso, a una marca de pintura para buques: “Pinturas International”. Esta marca tenía una especie de leyenda, a parte de ser la mejor de lo mejor, sacaba todos los años almanaques con las litografías de Sanders (pintor que las firma), y mis padres, que los dos han pertenecido profesionalmente al muelle de Cádiz (ojo, nunca diré al puerto), tuvieron la suerte de conseguirlas durante varios años.
Y digo suerte, porque por lo visto, había hasta “puñaladas” entre los marinos mercantes, marinos de guerra y patrones de pesca por conseguir el dichoso almanaquito. Se había convertido, ya en aquellos años en un preciado tesoro para todo marino que se preciara.
Ignoro si sigue existiendo o no esa marca de pinturas y si los buques y los marinos incluso el personal de tierra, siguen peleando por conseguir cada primeros de diciembre las litografías de Sanders. Lo que sí sé a ciencia cierta, es que los personajes se repiten, pero será cosa vuestra descubrir cuales....
Ahora sólo espero que os gusten tanto como a mi.
Saludos.
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