Cierto, el título suena como a un elogio tipo "limpia botas" (diríamos
en México), pero lo digo porque para mí no es un elogio vano
y porque lo tengo como verdad. La obra del sr. Pérez-Reverte me
ha maravillado, desde que un sábado ¡compré El Capitán
Alatriste y La Tabla de Flandes! y lo anoto con admirativos porque eso
en México... es una hazaña, bueno, no para los funcionarios
como José Angel Gurría, nuestro secretario de Hacienda, quien
se jubiló a los 40 años y que recibe una pensión mensual
millonaria (las pensiones de los trabajadores que se jubilan a los 60 años
llegan como máximo a dos mil pesos al MES). Se torna difícil
para el estudiante, el maestro, el trabajador, en fin, para el pueblo de
México que se muere de hambre. Pero ya me desvié, perdón.
Un libro del sr. Pérez-Reverte puede hacer que pases por estados
de ánimo tan extremos como llorar o reír, por ejemplo, en
La sombra del águila, que sí es un relato breve, brevísimo
(que para mí es el mejor libro de este escritor, porque me hace
pensar en un guerrillero español, a quien admiro, el General Xavier
Mina, quien fue de esos que anduvo cazándole los correos al "Petit
Cabrón") o en Territorio Comanche. Además sus libros también
te educan; te revelan partes de la historia que ni te imaginabas ( y que
deberíamos saber), o te dan a conocer la obra de otros escritores,
poetas, etcétera: Francisco de Quevedo, Alejandro Dumas, A. C. Doyle...
También su obra te enseña a ver todo con un ojo más
crítico (pero no por ello intolerante), te enseña a razonar
y por más difíciles y tristes que sean sus recuerdos, escribe
un libro sobre la realidad de las guerras y te quita la venda que te ponen
la televisión y los periódicos: que si la limpieza étnica,
que si pobrecito Kuwuait, que si la guerra en Chechenia no es por fines
económicos, que si los estudiantes mexicanos que Díaz Ordaz
mandó matar en 1968, eran unos malvados comunistas...Y te enseña
las cosas como son: las guerras son absurdas, nada las justifica y que
todos los que inicien una guerra que se vayan al infierno ( no es por desearle
mal a alguien, pero que así sea). Ya para finalizar, digo a modo
de mensaje publicitario, que si van a regalar algo en esta Navidad, pues
que el gasto valga la pena: por ejemplo, un libro (del autor que sea, el
sr. Reverte es una opción) para las personas que aman.
P.S:
Lo de José Ángel Gurría no es broma, México
es un país en vías de descomposición, con todo y sus
siglos y siglos y siglos de historia, por lo que, si lo desean conocer,
los invito a que vengan lo más rápido posible, porque un
día nos va a matar la miseria, tanto la económica como la
moral.