La tabla de Flandes





            La tabla de Flandes fué el primer gran exito literario de Pérez-Reverte; tras "El husar" y el"El maestro de esgrima" Reverte escribió esta novela qu le alzaria en los primeros puestos de venta en las librerias.

            "La tabla de Flandes" es el ejemplo mas claro de sus novelas; la trama gira alrededor de un cuadro, un libro o "una iglesia que mata para defenderse", a partir de ahi surgen los hilos que conectan a los personajes entre si. En este caso una galerista cocainomana, un anticuario homosexual, un gris jugador de ajedrez y una joven restauradora. El cuadro, "La partida de ajedrez" de Pieter Van Huys, es el encargo de Menchu, la galerista, a Julia, la restauradora; el hallazgo de una misteriosa inscripción lleva a los personajes a traves de una turbulenta historia, con asesinados y asesinos de por medio.

            Los personajes forman una curiosa mezcla, como se volveria a repetir en "El club Dumas" y mas nitidamente en "La piel del tambor", y cada uno posee un complicado interior. Cada uno merece una descripción:
         

        • Julia, la restauradora: es el eje argumental del libro junto con el cuadro. La personalidad de este personaje es la de una niña criada por un anticuario, cuyo pasion es el arte y ha vivido protegida, entre grabados antiguos y sillas Luis XIV, del mundo exterior. Una personalidad, que en los momenntos de tension deja entrever un decision casi suicida, propia de algunos personajes de Reverte.
        • César, el anticuario: prototipo del perfecto caballero, ducho en la cultura clasica, pero homosexual, cuya razon de vivir es Julia, su hija adoptiva. El deje ironico del personaje es tambien caracteristico del estilo que posee Pérez-Reverte.
        • Muñoz, el ajedrecista: un personaje gris, el cual tiene como unica salida de su mediocridad una extraordinaria habilidad para el ajedrez y los juegos lógicos. Propio de las novelas, el personaje gris, como el parroco de Nuestra señora de las lagrimas, o los hermanos Ceniza.


            También habria que citar el detallado elenco que Reverte hace del mundo que comercia con el arte. Desde Menchu, la vividora galerista, pasando por Montegrifo, el impecable director de subastas que no duda en sobornar a curas para adquirir tallas medievales, hasta Feijoo, el inspector de policía que gana dinero a costa de su posición como encargado de la seccion de Arte de la policiá.

            Merece especial mención el uso que hace Pérez-Reverte de Madrid como ciudad. Como ya hiciera Conan Doyle, Reverte nos situa en escenarios cercanos como El Prado, el Rastro madrileño, etc. Reverte volveria a deleitarnos con sus esplendidas descripciones en "La piel del tambor".

            La adaptacion que se hizo de esta novela al cine no fué del agrado del autor, ya que las numerosas licencias que se tomo el director y los guionistas dejaron un gran libro en una pelicula mediocre.

            Como resumen, Arturo Pérez-Reverte nos dió el aviso, con esta gran novela, de su gran capacidad literia, que volveria a demostrar, dos años mas tarde en "El club Dumas".
         
         
         
         

        El Conde. Diciembre de 1999.

         

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