“"Mi
nueva novela es el botín final de veinte años de escritor" |
Jueves, 30 de diciembre de 2009
Ana Mendoza/Efe. Madrid
El
escritor Arturo Pérez-Reverte ha explicado que "en 'El asedio' he
intentado hacer una novela en la que se reconocieran mis otros libros; es una
especie de balance o de botín final de veinte años de escritor".
Arturo
Pérez-Reverte cree firmemente que un escritor "no puede renegar de lo que
ha hecho", y por eso en su nueva novela, "El asedio", ha volcado
todo lo que sabe hasta conseguir "una compleja" obra en la que
conviven la historia, la ciencia, el enigma, el espionaje, la aventura y el
amor.
"En 'El
asedio' he intentado hacer una novela en la que se reconocieran mis otros
libros; es una especie de balance o de botín final de veinte años de
escritor", afirma Pérez-Reverte en una entrevista con Efe en la que
desarrolla algunas claves de su nueva obra, que publicará Alfaguara el 3 de
marzo y que sin duda es una de las novedades literarias más esperadas de 2010.
Por algo este
escritor, que se considera "un leal mercenario" de sus aficiones, de
sus sueños, de sus amores y sus odios, tiene cientos de miles de seguidores en
España, en Hispanoamérica y en otras muchas zonas del mundo. Su obra está
traducida a 35 idiomas y ha cosechado importantes premios.
Pérez-Reverte
(Cartagena, Murcia, 1951) ha entregado ya el original de su novela, después de
dedicar varias semanas a revisarlo para "comprobar que todo era
coherente". Una fase "terrible para cualquier escritor" y
"de mucha tensión".
Y más si se
trata de una novela, como "El asedio", que es "larga (700
páginas), muy complicada desde el punto de vista técnico y de muchos
personajes". Y una obra en la que Pérez-Reverte vuelve a poner "el
enigma en el centro de la historia", como hacía en sus primeros títulos, y
eso le ha obligado a "desempolvar viejas lecturas y viejas técnicas
narrativas".
Ambientada en el
Cádiz de 1811-12, durante el asedio francés en la Guerra de la Independencia,
el nuevo libro de Pérez-Reverte "es más que un novela de intriga o de
enigma". Es "una obra compleja" con varias tramas: policíaca, de
espionaje, marina, de aventuras y sentimental folletinesca.
"Y hay una
guerra de fondo, pero no es una novela histórica. Podía haber ocurrido
perfectamente en el Madrid de 1936 o en el Sarajevo del 92", advierte el
escritor, que no tiene intención de escribir, "de momento", sobre la
Guerra Civil, porque "hay gente que lo está tocando mucho y muy
bien". Y a Sarajevo ya le dedicó "Territorio comanche" y está
también detrás de "El pintor de batallas".
El aspecto
histórico del Cádiz bombardeado por los franceses ya lo trataron Pérez Galdós en "Cádiz", y Ramón Solís en "Un
siglo llama a la puerta", recuerda el novelista.
"Pero yo
cuento lo que no se ha contado. Yo cuento un Cádiz subterráneo, urbano, distinto,
y hablo de los efectos complejos, letales, enigmáticos y sentimentales que una
bomba, y la geometría que la impulsa, pueden producir en un terreno
urbano", asegura Pérez-Reverte.
En su nueva
novela se adentra en "la ciudad como territorio" para ver "cómo
se puede convertir en un tablero de ajedrez hostil, peligroso, donde hace falta
conocer las reglas para sobrevivir".
Pero que nadie
piense que "El asedio" es "una novela fría sobre la geometría de
una ciudad". El escritor reviste todo eso "con aventuras,
sentimientos, amor, con personajes y con vida".
Entre esos
personajes hay "un comisario de policía, que es un perfecto hijo de puta,
corrupto, muy revertiano; una heredera de una
importante casa comercial gaditana; un artillero francés y un espía,
obsesionados ambos con la geometría; un traductor de griego obsesionado con el
ajedrez, y un corsario", comenta el autor de "El maestro de
esgrima" o "La reina del sur".
La heredera de
"El asedio" es "un prototipo de lo que era la clase culta
gaditana de finales del XVIII y principios del XIX". En esa época, las
mujeres de la burguesía "sabían de negocios, leían libros, hablaban
idiomas y representaban a ese Cádiz liberal, abierto al mundo, que contrastaba
con la España cerrada y oscura del resto del país".
"Ese Cádiz
simbolizaba la España que fue y no pudo ser. La burguesía abierta, liberal,
negociante, que hacía la riqueza de las naciones y que cambió el mundo en el
XIX, estaba representada en Cádiz y fue aplastada por muchas razones que cuento
en la novela", añade.
Mientras
escribía "El asedio", este narrador y académico sentía "a
veces" que se movía por "un mundo cercano al de 'Guerra y paz' y 'El
gatopardo'", pero el tono de su libro es muy distinto al de esas dos
grandes novelas: "es Pérez-Reverte total".
"Es una
novela cortada, dura, con mucha mala leche, y, además, no es políticamente
correcta porque aquel mundo no lo era", advierte.
"Y es una novela de mucho disfrute", asegura entusiasmado.