No todo en Twitter es gresca y discusiones airadas. A veces, la red social también deja espacio para iniciativas colaborativas que demuestran que no estamos tan enfrentados como parece.
En este caso, todo empezó en el perfil de Arturo Pérez-Reverte, que estaba comentando su nueva novela, «Línea de fuego», cuya acción transcurre en la Guerra Civil. De repente, el escritor empezó a recibir mensajes de muchos lectores que querían compartir fotos de familiares que habían combatido entonces, y contar sus historias.
Llegaron mensajes como este, del usuario @Toni_Marco: «Hemos encontrado el diario de guerra de mi abuelo, luchó en el frente republicano en Madrid en el 37. ¿Qué le parece? A mí personalmente me sorprende la caligrafía, pero luego comete bastantes faltas de ortografía. Sé que empezó a trabajar a los 12 años y que en el 37 cumple 21 años (lo dice en el diario), lo demás hay que suponerlo casi todo porque murió en el 69 y no lo conocí».
O este otro, de @Trying_Mom: «A mi abuelo la guerra le pilló en África porque era militar de carrera. Mi abuelo no conservó ninguna foto realizada durante la guerra. Ni siquiera me consta que, en algún momento, se hiciera alguna. Y sólo quería dejar claro que, siendo militar, nadie le preguntó en qué bando quería combatir. Eran muchos los que tenían que ir por uno u otro bando porque "te toca"».
Pérez-Reverte no tardó en darse cuenta de que aquello era un material que merecía ser conservado, y puso en marcha la creación de un álbum colectivo de recuerdos de la guerra.
Lo que empezó como un hilo de Twitter se ha convertido en un álbum de recuerdos con página web. «Reunimos así en pocas horas, entre todos, un conmovedor álbum de familia, de comentarios y documentos gráficos que, pensé entonces, sería una lástima que se perdiesen a los pocos días en el caudal cambiante y confuso de las redes sociales», ha explicado el propio escritor en esa web.
La idea, pues, es convertir esa respuesta espontánea de sus seguidores en un ejemplo de memoria. «Quise que así, entre todos, sin distinción de bandos ni ideologías, creásemos el álbum de nuestros abuelos: un lugar de paz donde hacer simbólicamente posible la reconciliación entre españoles que, sin duda, todos ellos desearon. Un lugar donde los antiguos contendientes, aquella extraordinaria juventud que tan amargamente se quemó en trincheras y combates, puedan ser recordados con respeto, honor y emoción», ha afirmado.
Incluso él mismo ha compartido la historia de su padre y de su tío, este último herido en la batalla de Peñarroya.
También el pintor Augusto Ferrer-Dalmau ha participado en la iniciativa con el recuerdo de sus abuelos. «Mi abuelo materno y su hermano Ángel, los dos combatieron juntos en África (1920/21). En la Guerra Civil, mi abuelo (capitán), lucho con los sublevados y el tío Ángel (Anarquista), lucho por la República. Al terminar la guerra volvieron a encontrase y nunca más se separaron», ha contado.
Hay cientos de historias contenidas en el álbum. Muertos en combate, supervivientes, heridos, familiares divididos en diferentes bandos... Incluso historias de amor, como la de @VirutasF1: «Mi tío abuelo era Mariano Zapico, gobernador civil de Cádiz, da igual de qué bando. Lo mandó fusilar, juicio mediante, otro del bando contrario. Medio siglo más tarde, mi primera novia fue sobrina nieta del segundo. De no haber muerto ninguno, se hubieran sentado juntos en la misma mesa de mi boda».
PASEN Y VEAN ... Y JUZGUEN USTEDES ... :
Álbum Línea de fuego (perezreverte.com)